LA VIRGEN MARÍA FUE ASUNTA AL CIELO, EN CUERPO Y ALMA
Assumpta est Maria
in Caelum
…y se extendió por toda la Tierra, como un perfume, la
Devoción a Nuestra Señora, que era una quintaesencia de su presencia en la
Tierra…
Nuestra Señora tuvo una muerte suavísima,
tan suave que es calificada por los autores, con una propiedad de lenguaje muy
bonita, la “Dormición de la Bienaventurada Virgen María” (Dormitio Beatae Mariae Virgine), indicando que Ella tuvo una muerte tan suave, tan
próxima de la resurrección, que a pesar de constituir verdadera muerte,
entretanto es más parecida con un simple sueño. Nuestra Señora después de la
muerte resucitó como Nuestro Señor Jesucristo, fue llamada a la vida por Dios y
subió a los Cielos en presencia de todos los Apóstoles allí reunidos, y de
muchos fieles.
Esa
Asunción representa para la Virgen santísima una verdadera glorificación a los
ojos de los hombres y de toda la humanidad hasta el fin del mundo, bien como anticipación de la glorificación que
Ella debería recibir en el Cielo.
La Iglesia Triunfante entera va a
recibirla con todos los coros de ángeles; Nuestro Señor Jesucristo la acoge;
San José asiste a la escena; después Ella es coronada por la Santísima
Trinidad. Es la glorificación de Nuestra Señora a los ojos de toda la Iglesia
triunfante y a los ojos de toda la Iglesia militante.
Con certeza en ese día, la Iglesia purgante también
recibió una efusión de gracias extraordinarias. Y no es temerario pensar que casi todas las almas que
estaban en el Purgatorio fueron entonces liberadas por Nuestra Señora en ese
día, de manera que allí hubo igualmente una alegría enorme. Así podemos
imaginar como fue la gloria de nuestra Reina.
Algo de eso se repetirá – creo – cuando fuere instaurado el Reino de
María, cuando viéremos el mundo todo transformado y la gloria de Nuestra Señora
brillar sobre la Tierra.
(Profesor
Plinio Corrêa de Oliveira el 14 de Agosto de 1965)
LA DEFINICIÓN DOGMATICA
Asunción significa que María fue llevada en cuerpo y alma al cielo por el poder de
Dios, a diferencia de la Ascensión del Señor que lo hizo por su propio poder.
El
Papa Pío XII, en la Bula Munificentissimus Deus, del 1 de noviembre de 1950,
proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María con estas palabras:
"Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste" (Dz. 2333).
EXPLICACIÓN DEL CONTENIDO DEL DOGMA
■… Que la Asunción de María ocurre inmediatamente después
del término de su vida mortal y,
■… Se hace hincapié en la glorificación de su cuerpo más
que en la glorificación de su alma, como se explicará a continuación.
- Cumplido el Curso de su vida terrena:
La
Asunción de María, ocurre inmediatamente después del término de su vida
inmortal, así pues, para entender correctamente esta frase hay que considerar
las siguientes cuestiones:
La fórmula significa que la Asunción de María no hay
que aplazarla hasta el final de los tiempos, como sucederá con todos los
hombres, sino como hecho que ya ocurrió; y, además que el cuerpo santísimo de
la Virgen no sufrió descomposición alguna, como ocurre con los cadáveres.
El Papa quiso prescindir de la cuestión
de la muerte de María en la fórmula definitoria, y por ello la expresión
utilizada es igualmente válida, tanto si se entiende que la Virgen murió al
final de su vida terrena, cuanto si se piensa en la glorificación del cuerpo
mediante la donación de la inmortalidad gloriosa sin pasar por la muerte.
c) las posibles conclusiones:
En la Bula aparece repetidas veces el
tema de la muerte de María, pero ello (estudiado bien el texto), no favorece ni niega la postura contraria. Hay que
decir, en resumen, que aún no se ha llegado a una solución definitiva sobre
este punto.
- La glorificación celeste del cuerpo de Santa María:
Este es el elemento esencial del dogma de la Asunción. Enseña que la Virgen, al término de su vida en este
mundo, fue llevada al cielo en cuerpo y alma, con todas las cualidades y dotes propias del alma de los bienaventurados e
igualmente con todas las cualidades de los cuerpos gloriosos. Se trata, pues,
de la glorificación de María, en su alma y en su cuerpo, tanto si la
incorruptibilidad y la inmortalidad le hubieren sobrevenido sin una muerte
previa como si le hubiesen sobrevenido después de la muerte mediante la
resurrección.
Una vez visto el contenido del dogma, con
más fuerza y claridad se aprecia el hincapié que se hace sobre la glorificación
corporal de María (más que la de su alma), si tenemos en cuenta lo siguiente:
a) María estuvo exenta de todo pecado: del original y del actual.
b) Tuvo plenitud de gracia y santidad correspondientes a su condición y dignidad de ser la Madre de Dios.
c) El premio o castigo del alma (para todos los hombres) es inmediato a la muerte.
Por consiguiente, resulta sencillo entender que el premio del alma de
María (por su excelsa santidad) estaba ya decidido, esto es, su glorificación;
por ello, resultaría superflua la definición si no tratara sobre todo de la
glorificación inmediata del cuerpo, que es en lo que consiste el privilegio de
la Asunción.
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