TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

sábado, 18 de febrero de 2012

INSTRUCCIÓN”REDEMPTIONIS SACRAMENTUM”


LA CELEBRACIÓN CORRECTA DE LA SANTA MISA

1. LA MATERIA DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA

El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa. Por consiguiente, no puede constituir la materia válida, para la realización del Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias, aunque sean cereales, ni aquel que lleva mezcla de una sustancia diversa del trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan de trigo. Es un abuso grave introducir, en la fabricación del pan para la Eucaristía, otras sustancias como frutas, azúcar o miel. Es claro que las hostias deben ser preparadas por personas que no sólo se distingan por su honestidad, sino que además sean expertas en la elaboración y dispongan de los instrumentos adecuados.
Conviene, en razón del signo, que algunas partes del pan eucarístico que resultan de la fracción del pan, se distribuyan al menos a algunos fieles, en la Comunión. «No obstante, de ningún modo se excluyen las hostias pequeñas, cuando lo requiere el número de los que van a recibir la sagrada Comunión, u otras razones pastorales lo exijan»; más bien, según la costumbre, sean usadas sobretodo formas pequeñas, que no necesitan una fracción ulterior.
El vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas. En la misma celebración de la Misa se le debe mezclar un poco de agua. Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre. Está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia, pues la Iglesia exige certeza sobre las condiciones necesarias para la validez de los sacramentos. No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no constituyen una materia válida.

jueves, 16 de febrero de 2012

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz... Todavía estaba hablando Pedro cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: "Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo"» (Mt 17,1-2.5).

Orar con la Iglesia:

Oremos a Dios nuestro Padre, para que ilumine y transfigure nuestra vida con su amor.
-Para que la gracia de Dios brille sobre las Iglesias desunidas y las transfigure.
-Para que la gracia de Dios brille sobre los pueblos dispersos, marginados, oprimidos, y la esperanza los transfigure.
-Para que la gracia de Dios brille sobre los hombres inquietos, ansiosos, desesperanzados, y la alegría de Cristo resucitado los transfigure.
-Para que la gracia de Dios brille sobre nosotros, que vacilamos a convertirnos o nos paramos en el camino de la conversión, y la promesa de la Pascua nos transfigure.

Oración

Padre bueno, lleguen hasta ti nuestras súplicas y, presentadas por tu Hijo, nos obtengan gracia sobreabundante. Por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 6 de febrero de 2012

“LOS HOMBRES DE LA NOCHE"


     Párate un momento, hombre de la prisa larga; tú, quienquiera que seas, hombre  que vives tu vida cargado de impresiones fuertes, excesivamente nervioso,  hombre que corres preocupado, mordido por la impaciencia y la inquietud de  "algo". Hombre que no atinas a concretar ese "algo mejor", pero que lo anhelas  con toda tu alma; querido hombre de buena voluntad, párate un momento... y  obsérvalos  -en plan de marcha- son los "Hombres de la Noche".                                .
     Por favor, hombre amigo, deja ya lo negativo. No te lamentes más de las  horas desgraciadas de los negocios...  de las aristas afiladas del desaliento...  de  los mordiscos rabiosos de la enfermedad...,  del pan correoso del abandono ingrato...  de la baba maloliente que murmura...   de la trapera zancadilla que tumba..., de la calumnia que apuñala cobardemente... del ambiente injusto... de la  malicia sin fin de un mundo con negrura de almas. Deja, por favor, hombre  amigo, el agua amarga de tus lloros y empieza a ser positivo.                         
     Escucha atento la canción viril, serena, recia, de los "Hombres de la Noche". Y si de verdad eres,  valiente, escucha  y canta con ellos, con los hombres de la Adoración Nocturna, el himno triunfal de la restauración del mundo.                  .
     ¿Te has fijado ya? Toma nota; son hombres como tú y como yo, con vértigo  por las mismas inquietudes de "algo mejor". Pero hombres que no se rasgan sus  vestiduras, que no protestan del ambiente sobrecargado; hombres que no  maquinan en la noche de un mundo en sombras, y sí, en cambio, convierten su  noche de Adoración en un día blanco de Oración, de Intercesión, de Expiación.                                        .
     Ya les conoces un poco a estos "Hombres de la Noche", anónima masa gris,  tan necesaria al mundo de hoy; pero no deja de ser un conocimiento externo.
Si  en verdad quieres verles de cerca, "por dentro”, en experiencia personal, acude  sin recelos, libre de prejuicios, con buena voluntad, con honradez, a un Turno  cualquiera de las noches de Adoración. ¡Hazlo, amigo, con frente serena y corazón  limpio! Yo te aseguro, por la memoria sagrada de tus mayores, que allí les  verás con distintivo blanco, con su bandera blanca, con su programa blanco: CARIDAD y UNIDAD ante la Hostia Santa, allí les verás ir salvando al mundo  de su noche negra. 
     Me da la impresión de que esto te parece excesivo optimismo... posiblemente, pero  te lo diré, entonces, con palabras del estupendo Pérez Lozano:... "Y la niñita de  cinco años rezaba todas las noches para que el demonio, se hiciese bueno... El  demonio, seguía siendo malo, es verdad, pero muchos hombres se iban librando  de él por la oración de la niñita de cinco años".                                      .
     Mi querido amigo, el de la prisa larga, los
"Hombres de la Noche"  te ofrecen el único y eficaz programa blanco de restauración, de salvación del mundo en sus cuatro dimensiones. Seguro que el inmundo continuará con sus noches negras de pecado, pero en muchas almas, muchísimas almas, se irá abriendo  la Luz... la Luz Blanca de los "HOMBRES DE LA NOCHE".

Escrito  publicado en Boletín  y recuperado por Ricardo Nieto,  Delegado Nacional de la Adoración Nocturna Española para Andalucía Occidental.



CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN ACCIÓN DE GRACIAS POR EL NOMBRAMIENTO DE CABALLERO DE LA PONTIFICIA ORDEN ECUESTRE DE SAN GREGORIO MAGNO A NUESTRO PRESIDENTE ILMº. SR. D. ANTONIO LLAVES.

    El pasado domingo 22 de enero celebramos con inmensa alegría para la Adoración Nocturna Gaditana la Eucaristía de acción de gracias por el nombramiento con que ss. Benedicto XVI pp. ha distinguido a nuestros hermanos en Cristo, los Ilmºs. Sres. D. Antonio Llaves Villanueva y D. Manuel Cerezo Escamez, como caballeros de la Pontificia Orden Ecuestre de San Gregorio Magno. Este reconocimiento pontificio creado en 1831 por Gregorio XVI pp. premia a los fieles laicos que de manera ejemplar se han distinguido en sus servicios a la Iglesia; siendo muy pocas personas las que ostentan esta distinción en el mundo.
   Con una Catedral repleta de amigos y familiares (cerca de medio millar), acompañamos, -en el que es sin duda uno de los días más importantes de su vida-, a nuestro Presidente Diocesano los representantes de la Adoración Nocturna Española venidos de las diferentes Secciones de la diócesis, de la de Asidonia-Jerez, así como de los Turnos de la Sección de Cádiz, junto a otros del mundo Cofrade, Asociación Católica de Propagandistas, miembros del Ateneo Literario, otras instituciones, y una representación Consistorial, como expresión de cercanía y cariño.

   Presidida por nuestro Obispo D. Rafael Zornoza y acompañado en esta ocasión de sus predecesores en el episcopado y hoy eméritos D. Antonio Ceballos y D. Antonio Dorado, también concelebraron en esta solemne ocasión, un nutrido presbiterio conformado por el cabildo catedralicio casi al completo, presbíteros, diáconos, seminaristas y acólitos (próximos al medio centenar), contándose entre ellos nuestro Consiliario diocesano Rvdº D. Guillermo Domínguez y los diferentes de Sección y Turnos Rvdºs. Fray Sixto  Calvo, D. Marcelino Martín, D. Oscar González, D. Mateo Silva y D. Manuel López.
   En su homilía D. Rafael recordó que en estos momentos de gozo y agradecimiento por unas vidas al servicio de la Iglesia- celebremos con gratitud y reconocimiento las distinciones concedidas a nuestros Ilustrísimos amigos- felicitando de esta manera a los distinguidos. También nos recordó (en alusión a los Textos: de la profecía de Jonás 3,1-5.10 - I Corintios 7,29-31 de San Pablo, y Evangelio de Marcos1,14-20.) cómo en estos tiempos difíciles para la conversión no debemos dejar en ningún momento nuestro compromiso con la nueva evangelización.
   Tras la imposición de las distinciones pudimos escuchar unas emotivas palabras de agradecimiento de los condecorados, que se confesaron profundamente agradecidos y abrumados. Recordó D. Antonio – “en estos momentos de agradecimiento y gratitud”- su colaboración con los Obispos Añoveros, Dorado y Ceballos dilatados en más de cincuenta años de entrega y servicio, ofreciéndose en esta etapa al nuevo Pastor de la diócesis.
   Concluido el Pontifical, los saludos y fotos de rigor, así como el grato recuerdo de la celebración vivida junto a nuestros hermanos.

jueves, 2 de febrero de 2012

TEMAS DE REFLEXIÓN A.N.E.


Los sacramentos

Toda la vida del cristiano crece, se alimenta y se desarrolla por la acción de los Sacramentos. La Gracia que recibimos en los Sacramentos va haciendo posible que en nosotros crezca la nueva criatura de hijos de Dios en Cristo. El hombre no puede vivir verdaderamente la vida cristina, que es vivir toda su vida humana “en Cristo, por Cristo, con Cristo”, sin recibir los Sacramentos.
Los sacramentos –hemos de recordarlo- "son signos visibles, instituidos por Nuestro Señor Jesucristo, que producen la Gracia". Y tengamos también presente que la Gracia, como repetiremos de vez en cuando en estas reflexiones, es “una cierta participación de la naturaleza divina”. La acción de la Gracia es la de convertir al cristiano en “hijo de Dios en Jesucristo”. Los Sacramentos son, por tanto, el cauce por el que el hombre recibe esa “participación en la naturaleza divina”.
En estas reflexiones sobre los Sacramentos nos centraremos exclusivamente en la relación de cada sacramento con la Gracia, y en la configuración de esa "nueva criatura", sin adentrarnos  en ningún otro aspecto teológico, litúrgico, espiritual, que cada sacramento lleva consigo.
Hasta la venida de Cristo, Dios se valía de signos, ceremonias, para darnos a conocer su benevolencia y su presencia entre nosotros, su participación en la historia de la humanidad, y para dejarnos constancia de su ayuda. En adelante, y como consecuencia de la nueva vida establecida por Cristo de las relaciones de Dios con los hombres, esos signos y ceremonias han dejado de tener significado alguno.
Los Sacramentos se convierten no ya en las "huellas de Cristo en la tierra" y ni siquiera tampoco en "los caminos que unen para siempre el cielo y la tierra"; si no en el encuentro personal-vital de cada cristiano con el mismo Cristo.
"Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los Enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual" (Catecismo de la Iglesia Católica,  n. 1210).
Los sacramentos son, en resumen, los cauces ordinarios para el encuentro personal con Cristo y para recibir en ese encuentro la Gracia, que nos convierte en nuevas criaturas y nos hace hijos de Dios en Cristo. 
Antes de seguir con nuestros razonamientos, se precisa una aclaración previa. La Gracia que se nos concede en los Sacramentos no supone, en modo alguno, la desaparición de la gracia y la ayuda, que Dios concede a todos los hombres, incluso a quienes nada saben de Cristo ni de la Iglesia –y no recibirán, por tanto, ningún Sacramento-, para que alcancen la salvación por otros caminos. Todos los caminos de la salvación pasan por Cristo –que el Camino, la Verdad y la Vida para todos, aunque algunos no le conozcan y no tengan, por tanto, la Fe en Él ni participen en la vida sacramental.
El desarrollo de los planes de salvación de cada uno de los seres humanos, es un misterio escondido en Dios hasta el fin de los tiempos.
         Al referirnos de nuevo a los Sacramentos, y ver en ellos los cauces ordinarios en los que el hombre recibe la gracia divina, conviene desde el principio que no olvidemos la “semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida sobrenatural", que ha subrayado el Catecismo.
En efecto, es el mismo hombre, criatura de Dios, quien ha de ser redimido, liberado del pecado y convertido en hijo de Dios en Cristo. Y todo, sin dejar, en absoluto y bajo ningún concepto, de ser plena y naturalmente hombre. La Gracia no destruye jamás la naturaleza y, por otro lado, requiere la cooperación de la naturaleza y de la libertad del hombre, para producir sus frutos.
Es cierto que, en los sacramentos, la Gracia se origina directamente por la acción del ministro. No hemos de olvidar, a la vez, que, para que esa Gracia sea eficaz en la persona que recibe el Sacramento, requiere que no ponga obstáculo. Un penitente puede hacer ineficaz el sacramento de la Reconciliación, por ejemplo, si no lo recibe con las disposiciones requeridas e incluso, aun acogiéndolo en condiciones adecuadas, no permite que la gracia produzca en él una conversión honda y permanente hacia Dios. En el primer caso, su actuación convierte en inútil el sacramento y en el segundo, lo hace ineficaz.
*                 *                 *
Cuestionario

-¿Soy consciente de la necesidad que tengo de vivir los Sacramentos?
-¿Medito con frecuencia sobre la nueva vida con Cristo: ser hijo de Dios en Cristo, que crece en mí con la recepción de los Sacramentos?
-¿Doy gracias alguna vez a Nuestro Señor Jesucristo por haber instituido los Sacramentos?
ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA
IGLESIA DE SAN JOSÉ
Cádiz  Extramuros

AVISO PARA ADORADORAS/ES DEL TURNO NÚM. 7 DE MARÍA AUXILIADORA Y SAN JOSÉ

  REUNIÓN PREPARATORIA,  LUNES 6 DE FEBRERO, A LAS 19,00 HORAS EN EL SALÓN PARROQUIAL.
     (Continuaremos  la catequesis sobre la Exhortación Apostólica SACRAMENTUM CARITATIS de S.S. Benedicto XVI pp.; finalizando con el rezo de Completas)

VIGILIA DE ADORACIÓN, MARTES 7 DE FEBRERO A LAS 20,00 HORAS, JUNTO CON LA SANTA MISA.

(Previamente rezo del SANTO ROSARIO dirigido por una adoradora del Turno)

IMPOSICIÓN DE CENIZA (22-FEBRERO) … inicio de la muy sagrada Cuaresma; he aquí que vienen días de penitencia para la remisión de los pecados, para la salvación de las almas; he aquí el tiempo favorable en el que se asciende a la montaña santa de la Pascua. (del Martirologio Romano)

Si no fuera por Ti, de mí, ¿qué fuera?
y a mí mismo de mí ¿Quién me librara
                si tu Gracia la mano no me diera? (Luis de Góngora)

CUARESMA. Camino hacia la Pascua… en los orígenes, era el tiempo privilegiado para la preparación de los catecúmenos a los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía… tiempo de volverse cristianos,… y que exige un largo recorrido de conversión y renovación… camino que exige siempre un nuevo ponerse en marcha.                            (Benedicto XVI pp)
Misa y Vigilia aplicadas por los frutos de la jornada mundial del enfermo y especialmente por los de Adoración Nocturna.