TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

viernes, 26 de agosto de 2016

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 28 DE AGOSTO, 22º DEL TIEMPO ORDINARIO

ACTUAD CON HUMILDAD

Lucas 14:1, 7-14     

     Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido
     Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»

Otras Lecturas: Eclesiástico 3:17-20, 28-29; Salmo 67; Hebreos 12:18-19, 22-24a

LECTIO:
     Hoy acompañamos a Jesús que va a cenar a casa de un gobernante fariseo. Todos los invitados a la cena están pendientes de Jesús por ver de qué manera actúa. Pero no se dan cuenta de que es Jesús quien está observando el orgullo con que ellos se comportan.
     En tiempos de Jesús, los puestos más importantes estaban cerca del anfitrión, y los fariseos deseaban para sí aquellos puestos. Jesús aprovecha la ocasión para enseñar a los invitados a la cena una manera mejor de comportarse. Sus comentarios recuerdan la enseñanza judía recogida en versos tales como los de Proverbios 25:6-7: “No te des importancia delante del rey ni ocupes el lugar de gente importante; vale más que te inviten a subir allí, que ser humillado ante los grandes señores.”
     Evidentemente, lo irónico de la situación es que si el anfitrión se hubiera dado cuenta de quién era Jesús, le habría ofrecido inmediatamente el puesto de honor.
     Jesús pone de relieve la importancia de la hospitalidad y la generosidad hacia quienes no pueden correspondernos: los pobres y los inválidos. Una vez más, también pone en tela de juicio nuestras actitudes: ¿excluimos a otros por nuestro egoísmo o nuestro orgullo?
     La preocupación de Jesús es siempre el espíritu de acogida. Pasaba buena parte de su tiempo con gente a la que nadie consideraría ‘respetable’. El reino de Dios debería estar, y de hecho lo está, abierto a todos, independientemente de su situación social, porque ante Dios todos somos pecadores necesitados de salvación

MEDITATIO:
     Es ésta una lección que sólo podemos aprender de Jesús. Fue él quien dijo -y se dirigía a sus discípulos-: «.Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas» (Mt 11,29). ¿Quién de nosotros puede decir con toda verdad que ha «aprendido sobre Cristo?» (Ef 4,20)
     El apóstol Pedro se tomó muy en serio las palabras de Jesús, y por eso escribió: ‘Todos debéis someteros unos a otros con humildad, porque Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os enaltezca a su debido tiempo’. (1 Pedro 5:5-6).
 Jesús recomendaba continuamente a sus oyentes la humildad. ¿Por qué crees que es tan importante mantener una actitud humilde hacia los demás? ¿Por qué es tan peligroso el orgullo?

ORATIO:
¡Tú eres, Señor, el Padre de los humildes!
     Hazme comprender, oh Señor, que tu paternidad se manifiesta en plenitud sólo cuando encuentra hijos sencillos y humildes. Hazme comprender, oh Señor, que mi filiación se manifestará en plenitud sólo cuando te reconozca como el Padre de los últimos.
Preparaste, oh Dios, casa para los pobres

CONTEMPLATIO:

     Pídele a Dios que, desde las lecturas de hoy, te hable sobre la humildad y la hospitalidad.
     Lee el Salmo 67. Fíjate en el contraste entre la majestad de Dios y su preocupación por los pobres, los que están solos, las viudas, los huérfanos y los presos.
     Reza por quienes se encuentran en tales situaciones. Puede que el Espíritu Santo traiga a la memoria personas concretas. Puede que Dios también muestre cómo poder ayudarles de manera práctica.

  ¿Basta con estar convencidos de la misericordia de un Dios que perdona y de nuestra condición personal de pecadores para que se lleve a cabo la reconciliación? No. Falta aún una disposición, un valor que es nuestro o, al menos, es nuestro en cuanto debemos aceptar una invitación interior que viene de Dios [...]. Sin conversión no hay reconciliación. La conversión del corazón, entendida como movimiento del hombre que se dirige hacia Dios, que se convierte, es decir, que se mueve hacia Dios con la conciencia de haberse alejado de Dios.
     La conversión es un dar marcha atrás, un cambio de ruta, un cambiar la orientación de nuestra propia vida. (Anastasio A. Ballestrero)
HALLADO UN PAPIRO DEL SIGLO VI SOBRE LA EUCARISTÍA


     Una pieza de papiro que conserva varias citas bíblicas sobre la Eucaristía fue descubierto por la Dra. Roberta Mazza, investigadora del John Rylands Research Institute de la Universidad de Manchester, en Reino Unido. El documento se refiere al Sacramento bajo el nombre de "Maná del Cielo" y al parecer era conservado en un relicario y portado por su autor como una protección espiritual. El origen del texto es una villa de Egipto y el papiro data del siglo VI.
     El papiro fue hallado por la investigadora mientras examinaba miles de fragmentos de documentos históricos no publicados que se guardaron en las bóvedas de la Biblioteca John Rylands, según informó la Universidad de Manchester.
     A través de un análisis con técnicas de imágenes espectrales, se logró determinar que el texto devoto fue escrito al reverso de un documento comercial certificado por el cobrador de impuestos de la villa de Tertembuthis, en la zona rural de la antigua ciudad de Hermoupolis. Según la Dra. Mazza, el autor de la pieza cortó una parte del documento, escribió al respaldo la oración y entonces "habría doblado el papiro para conservarlo en un relicario o pendiente. Esta es la razón por la cual el recibo de impuestos en el exterior se dañó y desvaneció". Para la experta, este uso pudo ser común entre los creyentes, quienes habrían adaptado a la fe cristiana la costumbre de los pueblos egipcios de portar oraciones paganas como protección de diversos peligros.
     Este documento combina de manera creativa varios pasajes del Nuevo y el Antiguo Testamento en relación con el Sacramento de la Eucaristía, al que llama "Maná del Cielo" según el Salmo 23. También hace referencia al relato de la institución de la Eucaristía en el capítulo 26 del Evangelio Según san Mateo y otros textos de la Sagrada Escritura. El manuscrito también es una muestra de la apropiación y valoración de los textos sagrados por parte del común de la población, ya que el autor parece ser un residente de una villa sin aparente relación con el sacerdocio o el estudio académico.
     "Es doblemente fascinante", comentó la investigadora al referirse al autor del texto, "porque claramente conocía la Biblia, pero cometió muchos errores: algunas palabras están mal escritas y otras están en el orden equivocado. Esto sugiere que escribía desde su corazón en lugar de estar copiándolo". Esto ofrece una perspectiva nueva sobre la extensión del cristianismo en la época. "Es bastante emocionante", expresó la Dra. Mazza. "Gracias a este descubrimiento, ahora pensamos que el conocimiento de la Biblia estaba más arraigado en el Egipto del siglo VI que lo que pensábamos previamente".
     Varios académicos de la Universidad de Manchester celebraron el descubrimiento y destacaron la labor de los investigadores y el aporte que las bibliotecas hacen en la preservación del conocimiento alrededor del mundo.

El texto completo del papiro es:

     "Teman todos quienes dominan la tierra. Conozcan sus naciones y pueblos que Cristo es nuestro Dios. Porque Él habló y ellos llegaron a existir, Él dio la orden y fueron creados; Él puso todo bajo nuestros pies y nos salvó de nuestros enemigos. Nuestro Dios preparó una mesa sagrada en el desierto para el pueblo y dio el maná de la nueva alianza para comer, el Cuerpo inmortal del Señor y la Sangre de Cristo derramada por nosotros para el perdón de los pecados".


Información de Gaudium Press  sobre información de la Universidad de Manchester.

sábado, 20 de agosto de 2016

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 21 DE AGOSTO, 21º DEL TIEMPO ORDINARIO

LA PUERTA ANGOSTA

Lucas 13:22-30     
     En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?». Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
     Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois". Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas". Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados". Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera.
     Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Otras Lecturas: Isaías 66:18-21; Salmo 116; Hebreos 12:5-7, 11-13

LECTIO:
     Es mucho lo que exige del creyente vivir como cristiano. Jesús nos habla este domingo de a quiénes se les permitirá (o no) la entrada en el Reino de Dios. Aconseja a sus oyentes de entonces y a los de ahora que no se limiten a escuchar su enseñanza.
     Triste es decirlo: si no permites de manera eficaz que Jesús influya en tu vida diaria, no estás viviendo en absoluto como un verdadero cristiano. La vida cristiana implica mucho más que asistir a la iglesia: tiene que ver por completo con tu relación personal con Dios por medio de Jesús.
     Para algunas personas, escuchar la enseñanza de Jesús se convirtió en un ejercicio intelectual. Trataban a Jesús como si no fuera más que un rabino, uno de tantos, planteándole cuestiones retóricas como la que aparece en el versículo 23, y dando por sentado que se salvarían. Jesús les advierte que corren un serio peligro de perder la oportunidad de entrar en el Reino de Dios. Lo compara con una casa con una puerta estrecha. Todos se esfuerzan por entrar, pero el dueño ha cerrado la puerta y sólo deja entrar a algunos.
     El significado de las palabras de Jesús es muy claro. Tiene que haber una entrada personal en el ámbito de la fe en Dios, creyendo en Jesús. Y, además, una aplicación práctica de la fe a cada sector de tu vida.
     Jesús nos recuerda que no puede haber una actitud de espectador en cuestiones de fe. Si le perteneces, su enseñanza causará un impacto en tu vida. Puede que cometas errores, pero estarás luchando por vivir tu vida en obediencia a él. Quien no se arrepienta y apueste por esta opción está poniéndolo todo en peligro, ya que vendrá el día en que ‘el dueño de la casa’ no le reconozca y no le permita entrar.

MEDITATIO:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha»
     La puerta estrecha se refiere al momento en el que un individuo se arrepiente y acepta un compromiso de fe en Dios por medio de Jesús. No se trata de algo que los demás puedan hacer por ti, sino que exige una opción personal. ¿Puedes recordar el momento en que tomaste la decisión de seguir a Jesús? Para algunas personas, puede tratarse de un proceso gradual que tarde años. Para otros, hubo un día especial en que tomaron la decisión. Si no estás seguro, ¿por qué no hablas de ello con tu párroco u otro ministro?

ORATIO:
     “Ocupaos de vuestra salvación con profunda reverencia, pues Dios es quien hace nacer en vosotros los buenos deseos y quien os ayuda a llevarlos a cabo, según su buena voluntad’’. (Filipenses 2:12-13) En estos versículos el apóstol Pablo exhorta a los creyentes de Filipos a no dormirse en los laureles y proseguir con su vida de fe.
     Haznos comprender, oh Señor, la grandeza de este amor tuyo, capaz de abrazar no sólo a tus fieles, sino a todos los habitantes de la tierra.
     Haznos intuir, oh Señor, la profundidad de este amor tuyo, que esconde misterios abismales y también nos revela verdades consoladoras.
     Haznos ver, oh Señor, los signos de este amor tuyo, con los que quieres iluminar nuestras mentes, revigorizar nuestra voluntad y orientar nuestros pasos.
     Haznos experimentar, oh Señor, la dulzura de este amor tuyo, un amor capaz de disipar las excesivas amarguras de nuestra vida y de hacernos saborear esa alegría que no acabará nunca.

CONTEMPLATIO:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha»
     Considera la manera en que Dios actúa en tu propia vida en estos momentos. Tal vez te muestre medios que puedan sorprenderte.
«mirad: hay últimos que serán primeros…».

El que conoce un poco la Biblia se da cuenta de que en cada página vibra la presencia de un «tú» que continuamente nos sorprende, nos impulsa, estimula la vida cotidiana y la abre a la novedad. Y el que cree, cuando lee las palabras bíblicas, siente de una manera eficaz su verdad para su vida; vive, por así decirlo, su confirmación (C. M. Martini).

viernes, 19 de agosto de 2016

LA ORACIÓN MÁS ANTIGUA DIRIGIDA A LA VIRGEN.

“Sub tuum praesidium”

(Continuación)

     Resulta impresionante rezar esta oración, sabiendo que los cristianos la rezaban ya, por lo menos, en el año 250 d.C., que es la fecha en la que Edgar Lobel dató el papiro en el que se encontraba.
     Nosotros no la hemos recibido de los arqueólogos, sino de la tradición de la Iglesia, a través del latín en el caso de la Iglesia Latina o del griego y el eslavonio antiguo en Oriente.
     Resulta agradable, sin embargo, que la arqueología nos muestre una vez más que la tradición no es algo inventado, sino que verdaderamente nos transmite la herencia que los primeros cristianos recibieron de Cristo y de los Apóstoles.

Theotokos, la Madre de Dios.

     La oración Sub tuum praesidium es un testimonio entrañable, probablemente el más antiguo y el más importante en torno a la devoción a Santa María.
     Se trata de un tropario (himno bizantino) que llega hasta nosotros lleno de juventud. Es quizás el texto más antiguo en que se llama Theotokos (Madre de DioS) a la Virgen, e indiscutiblemente es  la primera vez que este término aparece en un contexto oracional e invocativo.
    G. Giamberardini, especialista en el cristianismo primitivo egipcio, en un documentado estudio ha mostrado la presencia del tropario en los más diversos ritos y las diversas variantes que encuentra, incluso en la liturgia latina.
     La universalidad de esta antífona hace pensar que ya a mediados del siglo III era usual invocar a Santa María como Theotokos, y que los teólogos, como Orígenes, comenzaron a prestarle atención, precisamente por la importancia que iba adquiriendo en la piedad popular. Simultáneamente esta invocación habría sido introducida en la liturgia. En el rito romano, su presencia está ya testimoniada en el Liber Responsalis, atribuido a San Gregorio Magno y es copiado en el siglo IX en la siguiente forma: “Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genitrix”. Algunos manuscritos de los siglos X y XI, presentan unas deliciosas variantes de esta oración, manteniendo intacta la expresión Santa Dei Genitrix, en estricta fidelidad a la Theotokos del texto griego.


     Se trata de traducciones fidelísimas del texto griego, tal y como aparece en el rito bizantino, en el que se utiliza la palabra griega eysplagknían, para referirse a las entrañas misericordiosas de la Madre de Dios. La consideración de la inmensa capacidad de las entrañas maternales de la Madre de Dios está en la base de la piedad popular que tanta importancia dio al título Theotokos para designar a la Madre de Jesús.
     Y quizás como lo más importante sea el hecho de que el testimonio del Sub tuum praesidium levanta la sospecha de que el título Theotokos se origina a mediados del siglo III en la piedad popular como invocación a las entrañas maternales de Aquella que llevó en su seno a Dios. Esta vez, quizás, la piedad popular fue por delante de la Teología. Al menos, es muy verosímil que así fuese.
     Los fieles que, con sencillez, rezan esta oración a la Sancta Dei Genitrix, la Theotokos, la Madre de Dios,  porque la han recibido de manos de la Iglesia, son los que están más cerca de lo que transmitieron los primeros cristianos y, por lo tanto, más cerca de Cristo.

     La versión latina esta oración ha sido inmortalizada en la música especialmente por Antonio Salieri y Wolfgang Amadeus Mozart.
Lucas F. Mateo-Seco, La devoción mariana en la primitiva Iglesia.

viernes, 12 de agosto de 2016

LECTIO DIVINA PARA EL LUNES 15 DE AGOSTO, 20º DEL TIEMPO ORDINARIO SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

ASÍ LO HABÍA PROMETIDO

Lucas 1:39-56
     En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. »
     María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
     Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
     Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
     María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Otras Lecturas: Apocalipsis 11:19,12:1-6,10; Salmo 44; 1 Corintios 15:20-27

LECTIO:
   En este día la Iglesia ha elegido este maravilloso cántico de alabanza para honrar a María, la madre de Jesús.
   En los versículos anteriores (Lucas 1:26-38), el ángel Gabriel le ha comunicado a María dos mensajes extraordinarios. Primero, que ella misma, a pesar de ser virgen, dará a luz al Hijo de Dios por la fuerza del Espíritu Santo. Además, que su parienta Isabel, que no ha podido tener hijos y es ya muy anciana, está embarazada de seis meses.
   Comenzamos con el encuentro de las dos mujeres gestantes. María sabe que Isabel está embarazada, y aquel hecho debía de saltar a la vista, pero no se nos dice nada de que a Isabel le hayan contado las noticias referentes a María. En el relato de Lucas, Isabel confirma la promesa de Gabriel a María, dirigiéndose a ella como ‘la madre de mi Señor’ bajo el inspiración del Espíritu Santo. Las dos mujeres aceptan la encarnación como un hecho que se da por sentado.
   La fe sencilla y la disposición de María e Isabel para creer y aceptar el insólito plan de Dios para con ellas y su hijos brilla con toda claridad en todo el pasaje. Ambas son conscientes de que Dios está comprometido en sus embarazos y dan muestras de una fe extraordinaria.
     María responde con uno de los grandes cánticos de alabanza de la Biblia. Comienza dando sus gracias particulares ‘porque el Todopoderoso ha hecho en ella grandes cosas’ (verso 49). Y a continuación exalta la fidelidad y la misericordia de Dios, que ha cumplido las promesas de su alianza con Abrahán. Resuenan aquí las palabras de la oración de Ana (en 1 Samuel 2:1-10), así como las sentidas voces de las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Esperanzas de siglos se verán pronto cumplidas por medio del Salvador nacido de la “humilde esclava” del Señor.

MEDITATIO:
¿Qué podemos aprender de las respuestas de María e Isabel a los planes de Dios? ¿Qué lecciones podemos aplicar a nuestras propias vidas?
¿Qué podemos aprender de este pasaje respecto a la fe y a la humildad?
¿Qué nos revela este pasaje sobre la naturaleza y el carácter de Dios?
¿De qué manera puedo servir a Jesús?

ORATIO:
     Te doy gracias, oh Padre, porque has elegido a María, mujer humilde y pobre, para dar cumplimiento a tus promesas… Ayúdanos a darnos cuenta de que también estamos llamados a este amor y a confiarnos a este anuncio sin miedos.
     Te doy gracias, Verbo eterno, porque en María, con tu encarnación, has tocado nuestro cuerpo mortal y, en ti, lo has hecho capaz de acoger la santidad de Dios… Ayúdanos a creer en ti,
     Te doy gracias, Espíritu del Padre y del Hijo, porque tu acción misteriosa ha cambiado el sentido de la historia. Tu poder tocó el seno de María y la preparó para la venida del Verbo de Dios… Que tu poder nos ayude también a nosotros a confiar para que consigamos realizar también en nuestra vida el acto de fe total que fue el de María.
    
CONTEMPLATIO:
«El Señor ha mirado la humildad de su sierva»
     Considera las “grandes cosas” que ha hecho Dios por ti. Haz del cántico de alabanza de María tu propio cántico para toda esta semana. Deja que el Espíritu Santo te hable por medio de él, y responde a Dios con la oración.
     Reflexiona en torno a Jesús tu Salvador. ¿De qué te ha salvado? ¿Para qué te ha salvado?

Nuestra celebración consiste, en realidad, más en la indicación del misterio que en su explicación. [...]  Y os lo muestra claramente con el hecho de que hoy traslada a su Madre siempre virgen, de cuyo seno, y aun siendo Dios, tomó arcanamente nuestra forma, de los lugares terrenos como reina de nuestra naturaleza, dejando el poder del misterio sin anuncio, aunque no del todo incomunicable.

     En efecto, ella vino en el nacimiento y, sin embargo, tuvo una condición extraordinaria. Aquella que procuró la vida, sube para un viaje de nueva vida y se traslada al lugar incorruptible, principio de vida (Andrés de Creta). 

jueves, 11 de agosto de 2016

LA ORACIÓN MÁS ANTIGUA DIRIGIDA A LA VIRGEN.
                                                                                            
“Sub tuum praesidium”

     Recogemos este texto sobre una de las primeras oraciones dirigidas a la Virgen por los primeros cristianos. La oración “Sub tuum praesidium” es un testimonio entrañable, probablemente el más antiguo y el más importante en torno a la devoción a Santa María. Se trata de un tropario (himno bizantino) que llega hasta nosotros lleno de juventud.
     Es quizás el texto más antiguo en que se llama Theotokos a la Virgen, e indiscutiblemente es la primera vez que este término aparece en un contexto oracional e invocativo.
     En un papiro egipcio Edgar Lobel, experto en papirología de la Universidad de Oxford, dedicó su vida al estudio de los papiros encontrados en Egipto. Como es conocidoel clima extremadamente seco de la mayor parte de Egipto ha hecho que se conserven multitud de fragmentos de papiros antiquísimos, con textos de hace milenios, en griego y en copto. Muchos de estos textos se habían perdido. En otros casos, los papiros sirven para confirmar la antigüedad de textos que sí que se habían conservado a través de sucesivas copias o traducciones.
     Uno de estos papiros, descubierto en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino una plegaria que continuamos rezando hoy en día, la oración Sub tuum praesidium.
     La versión latina es:

Sub tuum praesidium
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.

La versión castellana, es muy conocida:

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

     Y la versión en griego clásico, que es precisamente la que se encontró en el papiro. –(Basta fijarse con detenimiento en la foto del papiro para reconocer las palabras griegas originales)-:


π τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.

     Cabe destacar la presencia del término Theotokos (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”.

     Dos siglos después, en el Concilio de Éfeso, se reconoció de forma solemne que este título era adecuado para la Virgen María, contra el parecer de Nestorio. Es decir, en Éfeso, la Tradición de la Iglesia fue defendida contra los que preferían sus propios razonamientos a la enseñanza de siempre de la Iglesia.

Lucas F. Mateo-Seco, La devoción mariana en la primitiva Iglesia.