TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

viernes, 21 de agosto de 2020

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 23 DE AGOSTO DEL 2020, 21º DEL TIEMPO ORDINARIO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Arzobispo de Toledo. Primado de España)


« Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO? »


Mt. 16. 13-20

     En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
     Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
     Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Otras Lecturas: Isaías 22,19-23; Salmo 137; Romanos 11,33-36

LECTIO:
     Esta escena llamada la confesión de Pedro en Cesarea de Filipos, siempre me ha conmovido en mis ratos de oración. Primero, porque es la primera y única encuesta de la que tenemos constancia en todo el Evangelio. ¿Y vosotros quién decís que soy yo? Todos responden. Jesús les escucha. Escucha las opiniones que le transmiten sobre Él. Ante todo, buenas y potables. Probablemente dirían barbaridades sobre Jesús.
     Por otra parte, la pregunta clave, la que cambia nuestra historia y nuestra vida, la ruta de nuestra existencia es esta. ¿Y vosotros quién creéis que soy yo? ¿Quién soy Yo para ti?  En esta respuesta es donde nos jugamos la vida, la existencia, los momentos delicados y difíciles de la vida. De esta contestación dependen las grandes decisiones de nuestra vida.
     Decir: “Jesús es el Hijo de Dios Vivo”, nos cambia la vida y la existencia. Es descubrir que nada ni nadie nos podrán arrebatar el Amor de Jesús. Es un cambio... (+ Francisco Cerro Chaves - Arzobispo de Toledo y Primado de España)

MEDITATIO:
     El Evangelio de este domingo nos cuenta un pasaje clave en el camino de Jesús con sus discípulos: el momento en el que Él quiere verificar en qué punto está su fe en Él. Primero quiere saber qué piensa de Él la gente; y la gente piensa que Jesús es un profeta, algo que es verdad, pero no recoge el centro de su Persona, no coge el centro de su misión. (Papa Francisco)
     Después, plantea a sus discípulos la pregunta que más le preocupa: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Y con ese «y» Jesús separa definitivamente a los apóstoles de la masa, como diciendo: y vosotros, que estáis conmigo cada día y me conocéis de cerca, ¿qué habéis aprendido más? El Maestro espera de los suyos una respuesta alta y otra respecto a la de la opinión pública. Y, de hecho, precisamente tal respuesta proviene del corazón de Simón llamado Pedro: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». (Papa Francisco)
     Simón Pedro encuentra en su boca palabras más grandes que él, palabras que no vienen de sus capacidades naturales. Quizá él no había estudiado en la escuela, y es capaz de decir estas palabras, ¡más fuertes que él! Pero están inspiradas por el Padre, el cual revela al primero de los Doce la verdadera identidad de Jesús: Él es el Mesías, el Hijo enviado por Dios para salvar a la humanidad. Y de esta respuesta, Jesús entiende que, gracias a la fe donada por el Padre, hay un fundamento sólido sobre el cual puede construir su comunidad, su Iglesia. Por eso dice a Simón: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». (Papa Francisco)
     Además, el Evangelio de hoy nos recuerda que Jesús ha querido para su Iglesia también un centro visible de comunión en Pedro, tampoco él es una gran piedra, pero tomada por Jesús se convierte en centro de comunión, en Pedro y en aquellos que le sucederían en la misma responsabilidad de primacía, que desde los orígenes se han identificado en los Obispos de Roma, la ciudad donde Pedro y Pablo han dado el testimonio de la sangre. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Señor, dame la gracia de amar a tu Iglesia y a todos los cristianos y que con ellos comparta la vida que me una en los sacramentos.
Gracias, Señor, por tu amor y tu fidelidad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
fortaleciste mi ánimo.

CONTEMPLATIO:
     También hoy nos dirige Jesús a los cristianos la misma pregunta que hizo un día a sus discípulos:
     Es el mismo Jesús quien, hablando con los discípulos, distingue: "¿Quién dice la gente que soy yo?" (cf. Mt 16, 13), refiriéndose a los que lo conocen de lejos, por decirlo así "de segunda mano". "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?", refiriéndose a los que lo conocen "de primera mano", habiendo vivido con él, habiendo entrado realmente en su vida personalísima hasta convertirse en testigos de su oración, de su diálogo con el Padre
     Así, es importante que tampoco nosotros nos limitemos a la superficialidad de tantos que escucharon algo acerca de él: que era una gran personalidad, etc..., sino que entremos en una relación personal para conocerlo realmente. Y esto exige el conocimiento de la Escritura, sobre todo de los Evangelios, donde el Señor habla con nosotros”(Benedicto XVI)


  Como sabéis, el Señor Jesús eligió antes de su pasión a sus discípulos, a quienes llamó apóstoles. Entre ellos solo Pedro ha merecido personificar a toda la Iglesia casi por doquier. En atención a esa personificación de toda la Iglesia que solo él representaba, mereció escuchar: ¡Te daré las llaves del Reino de los Cielos! Estas llaves no las recibió un solo hombre, sino la unidad de la Iglesia. Por este motivo se proclama la excelencia de Pedro, porque era figura de la universalidad y unidad de la misma Iglesia…  (Agustín de Hipona).


1 comentario:

  1. La comunión con Pedro, con la sucesión apostólica nos habla de vivir la comunión con Cristo. Ante la pregunta de Jesús sobre su profunda identidad, solo la respuesta de Pedro corrobora su identidad... Tú eres el Hijo de Dios Vivo, el que tenía que venir al mundo, el Mesías, el Salvador. Solo Pedro con su Iglesia sigue presentando al mundo al único Redentor, no se nos ha dado otro nombre. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra.
    Jesús, subiendo a Jerusalén da a Pedro las llaves del Reino... Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. No podrá hacer nada el poder del infierno. Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. El atar y desatar es propio del carisma Petrino, que en la Iglesia tiene la misión de custodiar el depósito de la fe.
    El papa Francisco es Pedro y tiene la misión de proclamar a Cristo como Hijo de Dios vivo, Redentor del mundo y tiene como misión Evangelizar hasta el último rincón de la tierra. Nada le impide a Pedro, como a nosotros, desde nuestras pobrezas y pecados testimoniar a Cristo muerto y resucitado.
    Estamos en el corazón de la Iglesia, en la misión de Cristo muerto y resucitado que nos lleva a entregar la vida por amor. No nos quedemos a mitad del camino. Dejemos toda nuestra vida en las manos del Señor. Vivamos en el gozo de saber que nada ni nadie nos podrá quitar el Amor de Jesús.


    + Francisco Cerro Chaves - Arzobispo de Toledo
    Primado de España

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