TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

domingo, 25 de enero de 2015

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 25 DE ENERO, 3º DEL TIEMPO ORDINARIO, JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

«…OS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES»

Mc. 1.14-20
     Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
     Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
     Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. 
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.» 
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.


Otras Lecturas: Jonás 3,1-5.10; Salmo 24; Corintios 7,29-31

LECTIO:
                Marcos coloca a Jesús en el contexto de la plenitud de los tiempos, como Aquel que ha venido a revelarnos al Padre, para que conozcamos su proyecto y su voluntad, invitándonos a que lo asumamos y nos dispongámonos a recibirlo, de ahí que nos diga: “... está cerca el Reino de Dios”. Este Reino de Dios, es la expresión de la misión de Jesús.
       Pero la misión y la presencia del Señor no es una teoría o idea más, sino que exige tomar una posición que nos implica y nos compromete. De ahí la invitación que nos hace a confrontar nuestra vida y ver si estamos viviendo según las enseñanzas y la doctrina de Jesús y si estamos actuando según la voluntad del Padre. Por eso nos dice: “Convertíos y creed en el Evangelio”.
       “…Convertíos” es decir, cambiar nuestros criterios de vida, y adquirir una nueva perspectiva y dimensión, como es creer en Él. Y este creer en Él requiere de nuestra parte una respuesta de adhesión y comunión.
       Pero lo sorprendente del estilo de Jesús, es que Él implica y compromete a otros en su misión.  Dios no actúa en solitario, no busca ser Él el protagonista, sino que llama a algunos para que asuman su misma misión, para que ellos a su vez, hagan lo que Él estaba haciendo. Desde el inicio Jesús está preparando su sucesión, abriendo camino a la misión que daría a la Iglesia después de su partida.
       En este sentido Marcos nos coloca el llamamiento de los primeros discípulos:Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”. Esto plantea algo que cada uno ha experimentado como es la llamada recibida que implica creer y seguir al Señor. Que esto nos ayude a valorar nuestra fe y así darnos cuenta lo que implica llamarnos cristianos.

 MEDITATIO:            
“…está cerca el Reino de Dios”. El Señor viene a mostrarnos como debemos vivir para actualizar en nosotros el amor del Padre.  ¿Puedes decir que tu actuar es expresión del reinado de Dios en tu vida, en tu familia, en tu trabajo…?
“Convertíos…” Es el proceso continuo de la identificación con el proyecto del Padre. Es una tarea que dura toda la vida, no se termina nunca porque la meta es la configuración con Cristo. ¿Confrontas tu vida con lo que el Señor quiere y espera de ti? ¿Puedes decir que en tu vida buscas vivir el proyecto de amor del Padre?
“…creed en el Evangelio” Creer en Jesús es adherirse a Él y asumir su estilo de vida, para vivir según su voluntad y ser presencia suya por tu manera de ser y actuar. ¿Cómo demuestras que eres creyente y que buscas vivir lo que el Señor quiere y espera de ti?
Venid en pos de mí…”  Es la invitación que hoy el Señor te hace.  Estar con Él, empaparte de su vida y así ser capaz de imitarlo para vivir como Él lo ha hecho. ¿En tu vida y en tus actitudes reflejas la vida y las actitudes de Jesús?
                                                                                                                                                           
ORATIO:
¡Ven, sígueme!...
     Nosotros esperamos también en nuestras vidas una buena Noticia. Y a veces no nos damos cuenta que Tú ya estás en nuestras vidas. Señor que te reconozcamos, como nuestra única Buena Noticia, y que no busquemos más a otros que nos salven, fuera de Ti mismo. 
Tu  invitación, Señor, me entusiasma y me motiva,
pero hay muchas cosas que me atan.

     Gracias por volver a llamarnos por nuestro nombre, Señor insiste en nosotros. Somos duros de corazón, pero queremos seguirte. Renuévanos tu llamada, no dejes Señor de llamarnos para que seamos también nosotros pescadores de hombres.

CONTEMPLATIO:
     Contempla la llamada que Jesús hizo a sus primeros discípulos. También esa llamada es actual, hoy te la hace a ti. ¿Cómo sientes que te llama a ser parte de su Reino?
     El seguimiento de Jesús implica creer lo que Él creyó, interesarse por lo que Él se interesó, mirar a las personas como Él las miró, amarlas como Él las amó. ¿Cómo aceptas esta invitación permanente del Señor?
     Jesús elige a los discípulos para que estuvieran con Él, para que formaran comunidad con Él, aprendieran de Él, se identificaran con Él. ¿Experimentas en ti esa fuerte llamada del Señor?  Revisa tu vida.
Señor enséñame tus caminos…
… ya tengo mi vida hecha, tengo mis obligaciones, estoy comprometido con mi familia, mi trabajo…  ¿cómo voy a seguirte?, ¿de qué manera puedo ser pescador de hombres?, ¿qué puedo hacer para que otros se acerquen a ti?

sábado, 24 de enero de 2015


LA DESEABLE UNIDAD Y EL ECUMENISMO DE SANGRE
     Desde 1908 se viene celebrando una semana de oración para pedir por la unidad de los cristianos. Todos cuantos confesamos a Cristo como nuestro divino Salvador hecho hombre para redimirnos, nos unimos en esta plegaria para pedir al Señor lo que Él mismo pidió en aquella última Cena: Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea. Es una oración del mismo Jesús, que en esta semana hacemos nuestra.
    Desde el respeto de unos por otros, sin injerencias y sin indebidas rivalidades que en algunos momentos se han dado, los cristianos hemos de anunciar a Jesucristo como la Buena Noticia que tantos hermanos están esperando. El lema de este año recuerda la exclamación de aquella mujer samaritana junto al pozo de Sicar: “Dame de beber”. Hay mucha sed de verdad, de esperanza, de amor y belleza, en este mundo a veces despiadado que nos araña la vida y secuestra en ella lo que da significado. El pozo es una parábola de lo que necesitamos, y cobra todo su sentido cuando junto al brocal encontramos a quien se nos presenta como el Agua Viva. De esto hemos de dar testimonio de unidad todos los cristianos… para que el mundo crea, para que los sedientos de tantas preguntas puedan ver que su sed tiene respuesta.
Me ha parecido actual y urgente lo que los obispos de la Comisión episcopal de Relaciones Interconfesionales han escrito con motivo de esta efeméride. Hago mías las palabras finales de su mensaje: la persecución y discriminación de cristianos en muchos países de Oriente Medio, África y Asia de mayoría musulmana. «Hemos denunciado esta barbarie, pero esta no ha hecho más que aumentar en ferocidad y en extensión, dándose en muchas regiones que han sido cuna del cristianismo y que vieron el florecimiento de importantes comunidades cristianas en los primeros siglos de nuestra era, que forjaron una rica cultura que es patrimonio de todos. Ahora, olvidando la que ha sido la historia de estas regiones, despreciando su cultura originaria, ignorando el derecho fundamental a la libertad religiosa, se discrimina a los cristianos, se les niega el derecho de ciudadanía al mismo nivel que los demás, se les persigue y se cometen contra ellos las peores atrocidades con casi total impunidad.
Muchos cristianos han sido asesinados y muchas familias han tenido que abandonar sus ciudades, casas y templos, quedando la presencia cristiana en estos lugares diezmada o extinguida por completo. Todo esto no puede dejar indiferente a nadie de buena voluntad y menos a los que compartimos la misma fe, unidos más que nunca por ese «ecumenismo de la sangre», como tan acertadamente lo ha llamado el papa Francisco. Condenamos todo esto con la mayor firmeza, pedimos encarecidamente a todos los que pueden hacer algo, también a nuestros hermanos musulmanes, que pongan fin a esta barbarie, y nos comprometemos como pastores y cristianos a mostrarles nuestra cercanía afectiva y efectiva. ¡Que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2015 impulse a todos los cristianos hacia la unidad visible tan deseada por el Señor y nos lleve a una solidaridad real con los hermanos nuestros que sufren persecución a causa de su fe y a comprometernos con ellos por la libertad y la paz!
Duele el silencio y la indiferencia al tratar estas malas noticias que apenas encuentran eco en los medios de comunicación y ninguno en las tribunas políticas. Pero la unidad de los cristianos testimonia en nuestra plegaria que hacemos nuestra la oración de Jesús junto al brocal de nuestras heridas.


+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm-Arzobispo de Oviedo
                                           Carta semanal. 22 de enero de 2015   
LA COMUNIÓN ESPIRITUAL OBRA MILAGROS
Una devoción para cuando no puede hacerse sacramentalmente y que tiene entidad propia.

Los tres pasos de la comunión espiritual

     El concepto es sencillo: comulgar espiritualmente consiste en desear comulgar sacramentalmente, alimentando ese deseo con los mismos afectos y determinaciones con que nos preparamos a hacerlo en la misa.
     Pero una idea tan simple envuelve un misterio infinito, sobre el que llamó la atención Santo Tomás de Aquino en la Summa Theologica: “Comer espiritualmente a Cristo es también recibir espiritualmente el sacramento”. Es decir, que puede producir los mismos frutos, aunque no ex opere operato (por la misma fuerza del sacramento) sino ex opere operantis (según las disposiciones del fiel).
     De ahí que el Concilio de Trento la recomendara en tiempos en que la negación luterana de la transustanciación había enfriado o extirpado la devoción eucarística. Como asimismo lo hicieron San Francisco de Sales y San Alfonso María de Ligorio, dos grandes maestros de la vida moral, cuando los estragos de la Reforma, primero, y la fiebre de la desviación jansenista con su rigorismo extremo, después, alejaban a los cristianos de su alimento natural.
No está prescrita ninguna oración específica, pero sí son precisos tres pasos.
     Primero, un acto de fe en la presencia real de Cristo bajo las especies eucarísticas.
     Segundo, el deseo de tomarlo sacramentalmente y unirse en intimidad con Él.
     Tercero, petición de alcanzar las mismas gracias que si nos la diera el sacerdote.
     Si se cumplen estos requisitos, pueden ganarse las indulgencias que la Iglesia otorga a quienes practican esta devoción, aunque es requisito para esto último, como es obvio, el estado de gracia. Y con la frecuencia que se desee: “Cualquier devoto puede cada día y cada hora comulgar espiritualmente con fruto” si tiene “buena voluntad y devota intención” de hacerlo sacramentalmente, dice Tomás de Kempis en la Imitación de Cristo.

Tres milagros de la comunión espiritual

     A veces Dios la premia con el aviso del Sermón de la Montaña (“¿Quién de vosotros, si un hijo le pide pan, le dará una piedra?”) y se obra el milagro de la administración sobrenatural de la Eucaristía.

San Buenaventura, ya agónico, sufría continuos vómitos y no podía soportar la Sagrada Hostia. En el lecho de muerte, pidió tenerla junto al pecho para hacer una última comunión espiritual. Fue entonces cuando, a la vista de los hermanos presentes, un ángel extrajo una partícula del copón y la introdujo en el corazón del moribundo.
El Jueves Santo de 1250, dos fervorosos franciscanos de Gaeta (Italia) se preparaban para comulgar en los oficios, cuando el superior les envió a limosnear pan. Al regresar al convento, el sacramento ya había sido administrado. Así que se arrodillaron ante el altar para hacer una comunión espiritual: “La obediencia”, protestaban ante el sagrario, “nos ha privado del consuelo de recibiros; no nos privéis, al menos, de vuestra divina bendición”.
Hubo algo más que eso. A los pocos instantes el mismo Jesús salió del monumento: “Yo soy el Salvador a quien invocáis, he escuchado vuestros deseos y voy a satisfacerlos”. Y les dio de comulgar, además de dejar en el pavimento del altar las huellas de sus pies, todavía hoy objeto de veneración.

O está el caso que refiere el capuchino Fray Ambrosio de Valencina (1859-1914) sobre una niña, Rosalía, cuya santidad intrigaba a su amiga Conchita. Un día la sorprendió en su habitación, de rodillas ante el Sagrado Corazón, con el rostro encendido y “como fuera de sí”. “Estoy comulgando”, le dijo, y le explicó que se trataba de “la comunión espiritual, para estar más estrechamente unida con Jesucristo deseando ardientemente recibirle y tenerlo en el corazón”. Rosalía confesó a su amiga que todas las noches se acostaba deseando amanecer en el cielo. Aquel verano, Rosalía se despertó con el Sol una mañana y consagró el primer instante, como hacía siempre, a su devoción favorita. Su ángel de la guarda, a quien Jesucristo había ordenado llevarla ese día al Paraíso, aprovechó tal ímpetu de amor divino para cumplir el mandato.

viernes, 16 de enero de 2015

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 18 DE ENERO, 2º DEL TIEMPO ORDINARIO

MAESTRO, ¿DÓNDE VIVES?
Jn. 1, 35-42
            En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios».  Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
       Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y veréis».
       Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima (las cuatro de la tarde). Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
       «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».

Otras Lecturas: Samuel 3,3b-10.19; Salmo 39; Corintios 6,13c-15a.17-20

LECTIO:
            Dos discípulos, orientados por el Bautista, se ponen a seguir a Jesús. Durante un cierto tiempo caminan tras Él en silencio. No ha habido todavía un verdadero contacto. De pronto, Jesús se vuelve y les hace una pregunta decisiva: « ¿Qué buscáis?», ¿qué esperáis de mí?
       Ellos le responden: Rabí, « ¿dónde vives?», ¿cuál es el secreto de tu vida? Jesús les contesta: «Venid y veréis». Venid a convivir conmigo. Descubriréis quién soy y cómo puedo transformar vuestra vida.
       Este diálogo puede arrojarnos luz sobre lo esencial de la fe cristiana. ¿Qué es lo decisivo para ser cristiano? En primer lugar, buscar. Cuando uno no busca nada en la vida y se conforma con «ir tirando» no es posible encontrarse con Jesús. La mejor manera de no entender nada sobre la fe cristiana es no tener interés por vivir de manera acertada. Lo importante no es buscar algo, sino buscar a alguien.
       Si un día sentimos que la persona de Jesús nos «toca», es el momento de dejamos alcanzar por Él, sin defensas ni reservas. No se trata de conocer cosas sobre Jesús, sino de sintonizar con Él, interiorizar sus actitudes fundamentales, y experimentar que su persona nos hace bien, reaviva nuestro espíritu y nos infunde fuerza y esperanza para vivir.
       Lo decisivo para ser cristiano es tratar de vivir como vivía Jesús, aunque sea de manera muy pobre y sencilla. Creer en lo que Él creyó, dar importancia a lo que daba Él, interesarse por lo que Él se interesó. Mirar la vida como la miraba Él, tratar a las personas como Él las trataba: escuchar, acoger y acompañar como lo hacía Él. Confiar en Dios como Él confiaba, orar como oraba Él, contagiar esperanza como la contagiaba Él.

MEDITATIO:
     Quédate en silencio y deja que el mensaje de este texto te envuelva, tome posesión de tu vida. Deja que Jesús se fije en ti y que te pregunte como a los discípulos, que te lleve a su casa…
¿Cuál es tu memoria de tus encuentros con Jesús…? ¿Cómo es tu búsqueda hoy…? ¿Cuál es tu viejo Israel que tienes que dejar para seguir a Jesús, el Mesías?
Dar testimonio es regalar a otros la llamada y el encuentro con Jesús que se ha recibido ¿Haces partícipe a los de tu entorno de tus encuentros con Jesús? ¿Das vida a tu comunidad, a tu familia… a los que se acercan a ti?
Agradece al Señor que te haya llamado, que te acompaña en su seguimiento y todo lo que cada día recibes de Él.  ¿Sientes que tu vida se transforma cuando estás con Él?
                                                                                                                                                  
ORATIO:
     Señor Jesús, ayúdanos a descubrirte como lo hizo Juan el Bautista, entre la multitud de la gente y a identificarte porque nuestro corazón te espera y está ansioso de tu llegada, de conocerte.
Yo esperaba con ansia al Señor; 
él se inclinó y escuchó mi grito;…

     Señor ayúdame a seguirte cada día, como aquellos discípulos.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
     Ayúdame a ser como Andrés, que deja a su hermano Pedro ser el primero.

CONTEMPLATIO:
     Haz silencio y contempla como Jesús te llama por tu nombre y te pregunta ¿qué buscas? ¿Te dejas interpelar por Jesús? ¿Qué buscas verdaderamente? ¿Tus energías, tus deseos… hacia dónde se dirigen?
“Siguieron a Jesús”...
     Seguir a Jesús es caminar en su misma dirección, en su compañía, es comprometer la vida por Él y para Él y los hermanos. ¿Tienes el valor y el amor de decir a Jesús: “Maestro, te seguiré a donde vayas” confirmando tus palabras con los hechos? ¿O le dices “Te seguiré, pero primero deja que…?
“…se quedaron con Él”.
     Los discípulos se quedan con Jesús, empiezan a vivir juntos, a tener la casa en común… Él se ofrece hoy a ti para vivir juntos, ¿qué decides… como los discípulos te quedas con Él o como otras veces vas a buscar otras cosas?
“Y lo llevó a Jesús”.

     Andrés llama a Simón porque quiere compartir el don que ha recibido. Se convierte en guía de su hermano. De encontrar y conocer a Jesús pasa a anunciarlo. ¿Qué te sugiere esta actitud?

Irak es la antigua región de Mesopotamia, es la cuna de la civilización, gracias al Islam y a los musulmanes, además hoy día es la cuna del terrorismo islámico. Los cristianos de Irak somos parte fundamental de la población iraquí y una comunidad histórica que se encuentra en la actualidad, en trance de desaparición.
     En Irak, desde siempre, los cristianos hemos vivido, la persecución y la desigualdad religiosa entre musulmanes y cristianos, a favor de los musulmanes, no solo en estos últimos años. Desde muy joven, tanto en el colegio como en la calle, tanto mis profesores como mis colegas y vecinos, nos tachaban de nasrani, nazarenos ﻧﺼﺮاﻧﻲ ن sucios e infieles, término despreciativo con la que se designa a los cristianos en el Corán desde el comienzo del Islam en el siglo VII.
     Para hablar de los cristianos en Irak, hay de hablar de los antiguos civilizaciones e imperios en Mesopotamia. Allí donde surgió sumeria; la civilización más antigua del mundo 4000 a. C. Luego los Akadios 2500 a. C. El imperio de los asirios en Ninive, el actual Mosul 1500 a. C. Los Caldeos o babilonios, en Babilonia 625 a. C.
     Los cristianos de Irak somos frutos de las predicaciones de Santo Tomas él apóstol de Jesús, que pasó por Mesopotamia en el siglo I de C. para luego proseguir con su misión evangelizadora llegando hasta India, donde murió como mártir, dejando allí dos de sus discípulos Adai y Mari, para predicar el cristianismo en toda Mesopotamia. Por lo tanto, los cristianos de Irak, somos los originales del país, somos descendientes de los antiguos imperios mesopotámicos; los asirios y los caldeos.
     Los cristianos estábamos antes de los musulmanes en Irak. Los musulmanes llegaron mucho más tarde, son invasores. La presencia árabe (islámica) en Mesopotamia empezó en el año 638. Cuando el califa `Omar el segundo de los califas ortodoxos, conquistó Irak en el año 637, Siria 638, Palestina 640, Egipto en el año 641, Persia el actual Irán en el año 642 y se extendió el Islam en toda Mesopotamia y el Norte de África, obligando la gente a convertirse al Islambajo la espada.
     Desde el nacimiento del Califato Islámico en julio de este año 2014, ha dado al mundo una muestra de la barbaridad del Islam. La persecución y el genocidio de los cristianos en Irak se aumentaron muchísimo. El Califato islámico es el fruto o la cosecha de las ultimas revueltas y protestas en el “mundo árabe”, comenzadas en Enero 2011, es la cara verdadera del Islam.
     En agosto de este año, el Califato islámico conquistó la ciudad de Mosul y los pueblos cristianos de alrededor, Teleaquef; mi pueblo de origen, Qaraqosh, Bartele, Keremles, Alqosh…etc. cortando el cuello a los hombres, explotando sexualmente a las mujeres, esclavizando niños y vendiéndolos en los países del Golfo. Los combatientes Islámicos marcaban la letra ن N, nasrani-nazareno, en las fachadas de las casas y lugares de culto de los cristianos, además de una advertencia en negro dice “Propiedad del Estado Islámico”.
     Los sobrevivientes tuvieron que abandonar sus casas, sus benes y escapar con el puesto sin nada, después de tener todo, a la zona Kurda, alojando en las iglesias y tiendas de campaña pasando frio, hambre y sed. Actualmente, en Irak los cristianos están viviendo en un gran peligro, quien quiera salvar su vida y seguir viviendo en Irak, tiene que pagar un tributo mensual para los musulmanas; por eso la mayoría de los cristianos están escapando, buscando una nueva vida en el Occidente. No quedan muchos cristianos en Irak, 200.000 cristianos, antes eran casi 2.000.000, que están pidiendo auxilio porque no saben qué futuro les espera. Gracias al magnífico trabajo de los sacerdotes y los Obispos allí, los cristianos están manteniendo la Fe y la unión.
     En estos días tan entrañables, que los cristianos en el Occidente estamos celebrando el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y el año Nuevo, pues los cristianos en Irak no pueden celebrar estas navidades libremente ni una misa tranquilamente. Es habitual, en estas fechas, los musulmanes en Irak, cometen algún atentado en una iglesia o un barrio cristiano.
     En el mundo Occidental, tradicionalmente cristiano, donde los emigrantes musulmanes viven en minoría, gozan de todos los derechos tanto sociales como religiosos. Tienen toda la libertad de celebrar sus pascuas como Ramadán, construir escuelas coránicas, mezquitas y rezar en ellas las cinco veces al día, incluso tienen partidos políticos y representantes en los ayuntamientos. Del mismo modo, los musulmanes en Irak deben de respetar las menorías cristianas, que viven con ellos, que nosotros, no somos emigrantes, somos los originales del país. Pero, el Islam y los musulmanes no entienden el significado de la libertad religiosa ni de fronteras políticas, va contra su religión.
     En Irak los chiíes y los sanies, están enfrentados entre sí y no están de acuerdo en muchas cosas, pero los dos tienen en común el odio y la persecución a los cristianos, con el objetivo de vaciar Irak de sus ciudadanos originales, los cristianos. Egoístamente yo no quiero que mis hermanos cristianos de Irak, salgan del país, porque no quiero perder mis raíces, mi cultura, mi lengua materna el arameo, mis costumbres y nuestra historia que tiene más de 2000 años.
     Como cristianos, todos debemos apoyar y ayudar a conservar la historia, cultura y la entidad del pueblo de Cristo en Irak. Es muy necesario rezar, pero también hay que actuar, pedir a las potencias mundiales, a proteger nuestros hermanos cristianos en Irak, inocentes cuya única culpa es profesar otra religión que no es el Islam y haber nacido en un país dirigido por radicales islámicos.
Mi pueblo cristiano en Irak nos necesita.

Raad Salam Naaman-Cristiano católico caldeo de origen iraquí, nazareno ن, con mucha honra


Los católicos perseguidos necesitan tu ayuda
Ayuda a la Iglesia Necesitada
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Adorar mientras el mundo duerme

     El adorador nocturno de Jesús Sacramentado es un bautizado que hace lo posible por imitar a su divino modelo: Jesús. En el silencio de la noche hace compañía al Redentor, presente en el Santísimo Sacramento.
     En la soledad nocturna el adorador se descubre indigno, se postra ante su Señor. Ora por los pecados y faltas de amor de todos los hombres. En esa hora de adoración recuerda a Jesús, que en el huerto de los olivos pide por todos sin excepción, y Él, siguiendo la enseñanza divina, encuentra la forma de amar, con el mismo amor de Jesús a favor de todos los hombres.
     Pedir por los pecados propios y del mundo. Con esa Sangre que el adorador nocturno recoge del rostro adorable de Jesús, repara tantas ofensas, tantas injurias, tantos pecados con que se ofende a Dios todos los días, repara los pecados de nuestra patria y los pecados del mundo entero. A través de su vigilia, el adorador nocturno no permite que ningún hermano en el mundo entero esté solo, ya que siempre será puesto en la presencia real de Jesús para su conversión, su salvación, su santificación; para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas.
     El adorador nocturno abandona las comodidades de su hogar con la finalidad de pasar una noche en el templo, en medio de muchas incomodidades, sufrimiento en algunas veces las inclemencias estacionales; se sacrifica por sus hermanos, por seres desconocidos, entregados quizás a la disipación, al pecado y hasta al crimen.
      Por todos va a pedir. También por el enfermo que sufre en el lecho, quejándose tal vez de su soledad; no está solo, el adorador nocturno desde la iglesia le acompaña y pide al Dios de las misericordias consuelo y perdón por sus pecados, para que alcance una muerte dichosa en los brazos de CRISTO REDENTOR

+Monseñor Luis Martínez Flores

sábado, 10 de enero de 2015

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 11 DE ENERO, DESPUÉS DE EPIFANÍA

TÚ ERES MI HIJO AMADO…
Mc. 1. 7-11
            En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
     Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma.
     Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

      Otras Lecturas: Isaías 42,1-4.6-7; Salmo 28; Hechos 10,34-38

LECTIO:
                El pueblo elegido esperaba la realización  de las promesas que Dios había realizado de enviarle un descendiente de la casa de David. De ahí que muchos pensaran que el Mesías esperado, fuera Juan el Bautista. Sin embargo, él siempre expresó que no era el Mesías, sino que: detrás de mí viene el que es más fuerte que yo”.
       Juan manifestaba que esa espera había llegado a su final: “…no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias...” Da a entender que lo suyo es en función de lo prometido y esperado, el Mesías. Además, expresa que su bautismo era solo de conversión, en cambio, el del Mesías sería un bautismo de transformación y regeneración, “Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”.
       Apenas salió del agua…”, es decir, ya bautizado, Jesús ve el cielo abierto y que el Espíritu Santo bajaba sobre Él. Esta manifestación es muy significativa porque presenta, por un lado al Mesías esperado, que es Jesús y por otro al Espíritu Santo que conduciría la historia y el proyecto del Padre hacia su plenitud en la Iglesia.
       “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”. Es la voz del Padre que reconoce y manifiesta su beneplácito a Jesús, dándonos a conocer que el que fue bautizado no es uno más entre tantos, sino que es el Hijo Amado del Padre. Padre (otra novedad respecto al Antiguo Testamento, donde no se encuentra ningún pasaje donde el Padre manifestara el hecho de que Él tuviera un Hijo en el sentido propio de la palabra).
       De esa manera el bautismo del Señor adquiere una relevancia fundamental, pues es la revelación de la Trinidad. El Dios creador y omnipotente, el Padre, da a conocer que tiene un Hijo, que está ungido y será conducido por el Espíritu Santo.
       Esta revelación es el contenido de las enseñanzas del Señor Jesús y en sí de toda nuestra fe, que busca conocer y profundizar el misterio que nos revela Marcos en este pasaje.

MEDITATIO:                                             
Interioriza: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco». Necesitamos transformar nuestra mirada, nuestra actitud y nuestra relación con el mundo de hoy, dejarnos trabajar por el Espíritu para oír estas palabras de Dios Padre.
Jesús, como nosotros, está viviendo una fase de paso: el paso de la “vida oculta” a la pública. Nosotros estamos pasando de las fiestas del nacimiento de Jesús al trabajo “ordinario”. ¿Cómo se prepara Jesús? ¿Cómo te preparas tú para tu quehacer de cada día?
Es el momento de expresar en la vida cotidiana que Dios está con nosotros como hermano y salvador. ¿Agradeces la gracia del bautismo? ¿Eres consciente de la Misión que el Padre te ha confiado? ¿Lo expresas en la vida normal o te limitas a esperar las grandes ocasiones?
El Espíritu revela a Jesús su identidad. Trata de mirarte a ti mismo (identidad, talentos, virtudes, defectos…) a la luz del Espíritu. ¿Te miras en verdad y sin temor a tus “puntos de sombra”?                                                                                                                                                                      
  
ORATIO:
     Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha dicho.
Tú que nos llamaste para seguirte y estar contigo…
Que todo lo hagamos, Señor, como lo has hecho Tú.

CONTEMPLATIO:

Yo os he bautizado con agua,…
     Tener a Dios como Padre, implica vivir como Jesús, siendo hijo en el Hijo, ¿qué puedes hacer para vivir más plenamente la relación de tener a Dios como Padre?, ¿cómo lo puedes manifestar y exteriorizar?
…pero él os bautizará con Espíritu Santo.
     El Espíritu Santo es el don que el Hijo nos promete para que vivamos como Él lo ha hecho, ¿qué puedes hacer para dejar que el Espíritu actúe en tu vida y te llene con tu presencia?
     Jesús, el Hijo amado del Padre, nos hace tomar conciencia de que su Palabra son palabras de vida eterna. ¿Qué puedes hacer para hacer vida lo que el Señor quiere y espera de ti?, ¿cómo?

     Sólo Jesús puede dar a la Iglesia un rostro nuevo. ¿qué caminos nuevos hemos de buscar para que los hombres y mujeres de nuestro tiempo se encuentren con Dios?