TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

sábado, 27 de mayo de 2017

RIQUEZAS DE LA LITURGIA
Regina Coeli: antífona mariana Pascual

EL TEXTO











     El Regina Coeli sustituye el rezo del Ángelus durante el tiempo Pascual y al igual que el Ángelus se reza tres veces al día, al amanecer, al mediodía y al atardecer como una manera de consagrar el día a Dios y a la Virgen María. Así lo estableció el Papa Benedicto XIV  en 1742. Litúrgicamente está prescrita en el Breviario Romano desde las completas del Sábado Santo hasta la hora nona del domingo de Pentecostés. Debe ser cantado o rezado en coro y de pie.
     Cantar a María “¡Alégrate!” es una tradición que se remonta al siglo XII y que fue extendida por la comunidad franciscana; los frailes menores lo rezaban después del oficio de Completas ya en la primera mitad del siglo XIII y gracias a la misma actividad de los frailes franciscanos se popularizó y expandió por todo el mundo cristiano. Como muchas oraciones, las primeras palabras que la componen le dan su nombre, que la Iglesia recuerda aún en su latín original: Regina Coeli.
     Esta antífona mariana es uno de los cuatro himnos del tiempo de Pascua que se incluyen en la Liturgia de las Horas  (Ave Regina Caelorum, Alma Redemptoris Mater o Salve Regina son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María), y que se reza desde el Sábado Santo, víspera de la Resurrección del Señor, hasta el domingo después de Pentecostés. Forma parte de la oración de Completas y su brevedad y sencillez, además de su hermoso significado teológico, hacen de esta oración una de las más bellas expresiones de la alegría pascual (a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo).
     Se desconoce el origen del Regina Coeli, pero una bella tradición lo atribuye a San Gregorio Magno, Pontífice y Doctor de la Iglesia, quien habría escuchado los primeros tres versos de la boca de los ángeles mientras realizaba procesión descalzo por las calles de Roma. A la composición celestial el Santo Papa habría añadido únicamente la cuarta frase de la oración: "Ruega por nosotros a Dios".
     La antífona original es adaptada para ser recitada como oración, de una forma similar a la del Ángelus, tomando su forma presente y agregando una oración final…


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LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 28 DE MAYO DE 2017, 7º DE PASCUA, SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

« ID, Y HACED DISCÍPULOS A TODOS LOS PUEBLOS…»


Mt. 28. 16-22
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
       «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
       Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

Otras Lecturas: Hechos 1,1-11; Salmo 46; Efesios 1,17-23

LECTIO:
     La ascensión de Jesús que celebramos este domingo… inaugura un modo nuevo de Presencia suya en el mundo, y un modo nuevo también de ejercer su Misión.  
     Cuando los discípulos vieron al Señor “algunos vacila­ban”… Esta­rían desconcertados y confusos sobre su destino y su quehacer ahora que el Maestro se marchaba. Y mientras Jesús les hace las recomendaciones finales y les habla de la promesa del Padre y del envío del Espíritu, ellos, completamente ajenos a la trama del Maestro… le espetarán la es­calofriante pregunta: “¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?”, que era como proclamar que no habían entendido nada.
     Es importante entender bien la despedida de Jesús, pues Él comienza a es­tar... de otra manera. …Él cuando se hizo hombre no perdió su divinidad, ni su intimidad con el Padre bienamado, ni su obediencia hasta el final más abandonado. Ahora que regresa junto a su Padre, no perderá su humanidad, ni su comunión con los suyos, ni su solidaridad hasta el amor más extremado.
     Nosotros somos también los destinatarios de esta escena. Como discípulos que somos de Jesús, Él nos encarga su misión. Contagiar esta esperanza, hacer nuevos discípulos; bautizar y hablar­les de Dios nuestro Padre, de Jesús nuestro Hermano, del Espíritu Santo nuestra fuerza y consuelo; de María y los santos, de la Iglesia del Señor, enseñándoles lo que nosotros hemos aprendido que nos ha de­vuelto la luz y la vida.
     Y todo esto es posible, más allá de nuestras vacilaciones y dificul­tades, porque Jesús se ha comprometido con nosotros, con y a pesar de nuestra pe­queñez. Es lo que celebramos los cristianos en la Iglesia, cuerpo de Jesús en plenitud. Él no se ha marchado, vive en nosotros y a través nuestro.

MEDITATIO:
     La Ascensión de Jesús al cielo… El Evangelio de Mateo presenta el mandato de Jesús a los discípulos: la invitación a ir, a salir para anunciar a todos los pueblos su mensaje de salvación. «Ir», o mejor, «salir» se convierte en la palabra clave de la fiesta de hoy: Jesús sale hacia el Padre y ordena a los discípulos que salgan hacia el mundo. (Papa Francisco)
     Con su ascensión, el Señor resucitado atrae la mirada de los Apóstoles —y también nuestra mirada— a las alturas del cielo para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre. Él mismo había dicho que se marcharía para prepararnos un lugar en el cielo. (Papa Francisco)
     Jesús permanece presente y activo en las vicisitudes de la historia humana… Está junto a cada uno de nosotros: aunque no lo veamos con los ojos, Él está. Nos acompaña, nos guía, nos toma de la mano y nos levanta cuando caemos. Jesús resucitado está cerca de los cristianos perseguidos y discriminados; está cerca de cada hombre y cada mujer que sufre. Está cerca de todos nosotros. (Papa Francisco)
     «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». Solos, sin Jesús, no podemos hacer nada. En la obra apostólica no bastan nuestras fuerzas, nuestros recursos, nuestras estructuras, incluso siendo necesarias. Sin la presencia del Señor y la fuerza de su Espíritu nuestro trabajo, incluso bien organizado, resulta ineficaz. Y así vamos a decir a la gente quién es Jesús. (Papa Francisco)
     Y junto con Jesús nos acompaña María nuestra Madre. Ella ya está en la casa del Padre, es Reina del cielo y así la invocamos en este tiempo; pero como Jesús está con nosotros, camina con nosotros, es la Madre de nuestra esperanza. (Papa Francisco)

ORATIO:
     El Padre nos concede también a nosotros, como a los apóstoles, esa luz que ilumina los ojos del corazón y que nos hace intuir que estás presente para siempre. Así podemos gustar ya desde ahora la viva esperanza a la que estamos llamados

Que no me quede mirando, Señor,
cómo te marchas de nosotros…
Que no me quede mirando, Señor, hacia lo alto…
Aunque, al cielo te vayas, Señor,
condúceme con la fuerza de tu Espíritu…
Dónde y cómo proclamar tu mensaje,
de qué forma ser un heraldo del Evangelio.

CONTEMPLATIO:
     Mateo describe la despedida de Jesús… La resurrección no los debe llevar a olvidar lo vivido con él en Galilea. Allí le han escuchado hablar de Dios con parábolas conmovedoras. Allí lo han visto aliviando el sufrimiento, ofreciendo el perdón de Dios y acogiendo a los más olvidados. Es eso precisamente lo que han de seguir trasmitiendo. Entre los discípulos hay quienes «vacilan».
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues,… »
     Jesús «se acerca» y entra en contacto con ellos. Él tiene la fuerza y el poder que a ellos les falta. El resucitado ha recibido del Padre la autoridad del Hijo de Dios con «pleno poder en el cielo y en la tierra». Si se apoyan en Él, no vacilarán.
« haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos…»
     Jesús les indica cuál ha de ser su misión: …«dar testimonio del resucitado», «proclamar el evangelio», «implantar comunidades»..., pero todo estará finalmente orientado a un objetivo: «hacer discípulos» de Jesús. Esta es nuestra misión: hacer «seguidores» de Jesús, que conozcan su mensaje, sintonicen con su proyecto, aprendan a vivir como él y reproduzcan hoy su presencia en el mundo…
«Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días…»
    Así es la comunidad cristiana. La fuerza del resucitado lo llena todo con su Espíritu. Todo está orientado a aprender y enseñar a vivir corno Jesús y desde Jesús. El sigue vivo en sus comunidades. Sigue con nosotros y entre nosotros curando, perdonando, acogiendo... humanizando la vida.                                                                                                                                   


…  ¡Oh bondad, caridad y admirable magnanimidad! Donde esté el Señor, allí estará el siervo: ¿se puede dar una gloria más grande? [...] Ahí está toda mi esperanza, toda mi confianza: en él, en el hombre Cristo, hay, en efecto, una parte de cada uno de nosotros, está nuestra carne y nuestra sangre [...] en quien ya hemos resucitado, en quien ya vivimos la vida nueva, ya hemos ascendido al cielo y estamos sentados en las moradas celestes. Concédenos, Señor, por tu santo Espíritu, que podamos comprender, venerar y honrar este gran misterio de misericordia (Juan de Fécamp).

EN EL AÑO JUBILAR DE FÁTIMA


martes, 23 de mayo de 2017

LAS 15 PROMESAS, LAS 10 BENDICIONES Y LOS 7 BENEFICIOS DE REZAR EL SANTO ROSARIO

     Aunque el mes de octubre es para los católicos “el mes del Rosario”, mayo es el mes dedicado de una forma especial a lo largo del año a la Virgen María. Tal y como explica Píldoras de fe, la palabra rosario viene proviene de latín y significa “guirnalda de rosas”. La rosa es una de las flores más comúnmente usada para simbolizar la Virgen María. Si te preguntas, cuál es el sacramental más emblemático que poseemos los católicos, seguramente las personas responderían que es “el Santo Rosario”.
    En estos últimos años el rosario ha hecho una reaparición magistral: cada vez hay más católicos rezándolo, y hasta los que poco sabían de él ya han aprendido a rezarlo en familia.
     El Rosario es una devoción en honor de la Virgen María sobre la que ella misma ha hecho una serie de promesas, los Papas han explicado las bendiciones que aporta y un santo de la talla de san Luis María Grignion de Montfort ha hablado sobre sus beneficios. A continuación te los señalamos:

   Promesas del Rosario

1.Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
2.Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3.El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
4.-Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
5.El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
6.Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7.Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8.Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9.Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10.Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11.Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12.Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13.Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14.- Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
15.La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

   Bendiciones del Rosario según el Magisterio de los Papas

1.          Los pecadores obtienen el perdón.
2.          Las almas sedientas se sacian.
3.          Los que están atados ven sus lazos desechos.
4.          Los que lloran hallan alegría.
5.          Los que son tentados hallan tranquilidad.
6.          Los pobres son socorridos.
7.          Los religiosos son reformados.
8.          Los ignorantes son instruidos.
9.          Los vivos triunfan sobre la vanidad.
10.      Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios

   Beneficios del Rosario según san Luis María Grignion de Montfort

1.          Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
2.          Purifica nuestras almas del pecado.
3.          Nos permite vencer a nuestros enemigos.
4.          Nos facilita la práctica de las virtudes.
5.          Nos aviva el amor de Jesucristo.
6.          Nos enriquece con gracias y méritos
7.         Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios   y con los hombres y nos consigue de Dios toda clase de gracias.

 
     No dejes de rezar el Santo Rosario, y si aún no has comenzado a hacerlo, ten en cuenta que tal vez, esta podría ser la manera en que Dios te está llamando a entrar a su redil, a ser su hijo, el hijo de su Santísima Madre, y hermano de su Hijo predilecto: a través del amor y la devoción a Maria, nuestra Madre por siempre.

viernes, 12 de mayo de 2017

DÍA 13 DE MAYO, JORNADA DE ORACIÓN POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS


LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 14 DE MAYO DE 2017, 5º DE PASCUA (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

«YO SOY EL CAMINO Y LA VERDAD Y LA VIDA»


Jn. 14. 1-12
     En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «no se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
     Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
     Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?
     Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre.

Otras Lecturas: Hechos 6,1-7; Salmo 32; 1Pedro 2,4-9

LECTIO:
     El relato evangélico de este domingo, narra el entrañable momento en el que ya se vislumbra la despedida. 
     Ese “no perdáis la calma” en labios de Jesús sale al paso de la comprensible zozobra, miedo quizás, de la gente que más ha compartido con el Señor su Persona y su Palabra.
     Toda la vida del Señor, fue una manifestación maravillosa de cómo lle­gar hasta Dios, cómo entrar en su Casa y habitar en su Hogar. La Persona de Jesús es el icono, la imagen visible del Padre invisible.
     Quien ha visto y ha oído a Jesús, ha contemplado y escu­chado al Padre, Quien cree en Jesús, cree en su Padre. El camino de Jesús, es el camino de la bienaventuranza, el de la verdad, el de la justicia, el de la misericordia y la ternura… Jesús no sólo es el Camino, sino también el Caminante, el que se ha puesto a andar nuestra peregrinación por la vida, vivirlo todo, hasta haberse hecho muerte y dolor abandonado.
       Jesús no se limitó a señalarnos “otro camino” sino que nos abrazó en el suyo, y en ese abrazo nos posibilitó andar en bienaventuranzas, en perdón y paz, en luz y verdad, en gracia. ... Los cristianos no somos gente diferente sino que en medio de nuestras caídas y dificultades, en medio de nuestros errores e incoherencias, que­remos caminar por este Camino, adherirnos a esta Verdad, y con-vivir en esta Vida: la de Quien nos abrió el hogar del Padre haciendo de nuestra vida un hogar en la que somos hijos ante Dios y hermanos entre nosotros.

MEDITATIO:
     Miremos a Jesús… Él es el «camino, la verdad y la vida», que viene a sacarnos de la mentira de creer que nadie puede cambiar. Jesús que nos ayuda a caminar por senderos de vida y de plenitud. Que la fuerza de su amor y de su Resurrección sea siempre camino de vida nueva. (Papa Francisco).
     “Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí”. El objetivo hacia el que debe orientarse nuestra vida: encontrar a Jesús tratando de ver en él a Dios mismo, al Padre. …Felipe nos enseña a dejarnos conquistar por Jesús, a estar con él y a invitar también a otros a compartir esta compañía indispensable; y, viendo, encontrando a Dios, a encontrar la verdadera vida. (Benedicto XVI).
     Descubran que se puede "ver" a Dios también en el rostro de los hermanos, especialmente de los más olvidados: los pobres, los hambrientos, los sedientos, los extranjeros, los encarcelados. …Para entrar en la lógica del Reino de Dios es necesario reconocerse pobre con los pobres. Un corazón puro es necesariamente también un corazón despojado, que sabe abajarse y compartir la vida con los más necesitados. (Papa Francisco).
     El encuentro con Dios en la oración, mediante la lectura de la Biblia y en la vida fraterna les ayudará a conocer mejor al Señor y a ustedes mismos. La voz de Jesús les abrirá los ojos para reconocer su presencia en la historia personal de cada uno de ustedes, descubriendo así el proyecto de amor que tiene para sus vidas. (Papa Francisco).

ORATIO:
     Señor JesúsTú eres la verdad: haz que te conozcamos. Tú eres la vida: haz que vivamos en ti para ver al Padre y glorificar tu santo nombre ante todos los hombres.

Jesús, gracias por permitirme encontrarme contigo.
Gracias por enseñarme que mi vida sólo tiene sentido contigo.

CONTEMPLATIO:
     Al final de la última cena Jesús comienza a despedirse de los suyos: ya no estará mucho tiempo con ellos.
«Que no tiemble vuestro corazón. Creed en Dios y creed también en mí».
     Jesús les descubre luego un horizonte nuevo. Su muerte no ha de hacer naufragar su fe. En realidad, los deja para encaminarse hacia el misterio del Padre. Pero no los olvidará. Seguirá pensando en ellos. Les preparará un lugar en la casa del Padre y un día volverá para llevárselos consigo.
«Yo soy el camino, la verdad y la vida».
     Jesús se ofrece como el camino que podemos recorrer para entrar en el misterio de un Dios Padre. El nos puede descubrir el secreto último de la existencia. El nos puede comunicar la vida plena que anhela el corazón humano.
«Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre».
     La vida de Jesús: su bondad, su libertad para hacer el bien, su perdón, su amor a los últimos... hacen visible y creíble al Padre. Su vida nos revela que en lo más hondo de la realidad hay un misterio último de bondad y de amor. Él lo llama Padre.
     Los cristianos vivimos de estas dos palabras de Jesús: «No tengáis miedo porque yo voy a prepararos un sitio en la casa de mi Padre», «Quien me ve a mí, está viendo al Padre». Siempre que nos atrevemos a vivir algo de la bondad, la libertad, la compasión... que Jesús introdujo en el mundo, estamos haciendo más creíble a un Dios Padre, último fundamento de nuestra esperanza.
                                                                                                                                                       

Acoge a los tuyos: tú eres el camino. Confírmalos: tú eres la verdad. Reavívalos: tú eres la vida. Admítenos a aquel bien que deseaba ver David, habitando en la casa del Padre, cuando se preguntaba: «¿Quién nos mostrará el bien?»y decía: «Creo que veré los bienes del Señor en el país de la vida»Los bienes se encuentran allí donde está la vida eterna, la vida sin culpa. Ábrenos el corazón al verdadero bien, a tu bien divino, «en el que existimos, vivimos y nos movemos»Nos movemos si andamos por el camino; existimos si permanecemos en la verdad; vivimos si estamos en la vida.  (S. Ambrosio).

miércoles, 10 de mayo de 2017

FALLECE D. SALVADOR, NUESTRO PÁRROCO 

     Tras varios días de ingreso en el Hospital Puerta del Mar a causa de una penosa enfermedad que padecía desde hacía varios años, ha fallecido el Rvdº. Salvador Rivera Sánchez, a los 61 años de edad.
     El padre Salvador inició su ministerio en Ceuta, y continuó como párroco del Perpetuo Socorro en Benalup, de la Sagrada Familia, del Santo Cristo y arcipreste de San Fernando.
     En Cádiz, además de párroco de San José, fue también director espiritual del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, desde donde luchó para organizar la procesión Magna, y sobre todo, para lograr el nombramiento del Nazareno como Regidor Perpetuo de esta ciudad.
     El cuerpo de nuestro párroco ha sido velado desde ayer en su propia parroquia de San José, donde a las cuatro y media de esta tarde ha sido presidida por nuestro obispo, D. Rafael, la misa de corpore insepulto.

     Desde este modesto blog queremos transmitir a su familia nuestro más sentido pésame, desde el convencimiento de que ya descansa en la Paz de Jesús Sacramentado.

sábado, 6 de mayo de 2017

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 7 DE MAYO DE 2017, 4º DE PASCUA (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

  «YO SOY LA PUERTA: QUIEN ENTRE POR MÍ SE SALVARÁ»

 Jn. 10. 1-10

   En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera.
Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: « En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Otras Lecturas: Hechos 2,14a.36-41; Salmo 22; 1Pedro 2,20b-25

LECTIO:
Aquel pueblo… tenía en su tradición creyente la afirmación de que Dios es “como un pastor”, y al igual que con otras metáforas (padre, madre, amigo, esposo), Israel fue haciendo una meditación religiosa sobre su relación con Dios desde la vivencia del pastor y las ovejas. Esa reflexión no era siempre amablemente bucólica.
Ante esta situación de abandono del rebaño y de aprovechamiento de unos malos pastores, el Señor anunciará por medio de su profeta que enviará un verdadero pastor, que será Él mismo. Y vendrá descrito con unas actitudes marcadas por la ternura y la misericordia, que serán las que Jesús hace de sí mismo como Pastor.
       Jesús, para presentarse como Buen Pastor, empleará la imagen de los verdaderos pastores. Los pastores de Israel tenían pocas ovejas, las suficientes para sobrevivir sus familias. Las conocían por su nombre y, a su nivel, formaban parte del conjunto familiar. Por ello eran queridas, cuidadas, protegidas.
Un pastor nunca abandonaba a sus ovejas, ni éstas eran extrañas para él. En tramos difíciles y oscuros, las ovejas se sentían serenadas cuando la voz del pastor y los pequeños golpes de su cayado sobre sus lomos, les permitían entrever que no estaban solas, sino acompañadas por su pastor, aunque la niebla o la noche no dejasen ver su figura.
       Así es Dios: un pastor que nos conoce, nos conduce y ama hasta dar su vida. Conocer la voz de este Pastor es dar la vida por aquello que se escucha y por aquel que lo pronuncia. El es el Pastor de nuestra felicidad, el que nos conduce por los caminos de justicia en los que esa felicidad es posible.
     …Seguir a Jesús, saberse ovejas de su redil, es vivir en paz y en luz, serenamente y sin temores extraños... aunque la vida sea dura, aunque amenacen nubarrones o nos envuelva la oscuridad.   

  MEDITATIO:
     Contemplando esta página del Evangelio, podemos comprender el tipo de relación que Jesús tenía con sus discípulos: una relación basada en la ternura, en el amor, en el conocimiento recíproco y en la promesa de un don inconmensurable: «Yo he venido —dice Jesús— para que tengan vida y la tengan en abundancia». Tal relación es el modelo de las relaciones entre los cristianos y de las relaciones humanas. (Benedicto XVI)
     También hoy, como en tiempos de Jesús, muchos se proponen como «pastores» de nuestras existencias; pero sólo el Resucitado es el verdadero Pastor que nos da la vida en abundancia. Invito a todos a tener confianza en el Señor que nos guía. Pero no sólo nos guía: nos acompaña, camina con nosotros. Escuchemos su palabra con mente y corazón abiertos, para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del Evangelio. (Benedicto XVI)
     Pero, en un momento determinado, Jesús dijo, refiriéndose a sus ovejas: «Mi Padre, que me las ha dado…». Esto es muy importante, es un misterio profundo, no fácil de comprender: si yo me siento atraído por Jesús, si su voz templa mi corazón, es gracias a Dios Padre, que ha puesto dentro de mí el deseo del amor, de la verdad, de la vida, de la belleza… y Jesús es todo esto en plenitud. Esto nos ayuda a comprender el misterio de la vocación, especialmente las llamadas a una especial consagración. (Papa Francisco)
     A veces Jesús nos llama, nos invita a seguirle, pero tal vez sucede que no nos damos cuenta de que es Él. Quisiera preguntaros: ¿habéis sentido alguna vez la voz del Señor que, a través de un deseo, una inquietud, os invitaba a seguirle más de cerca?  ¿Habéis tenido el deseo de ser apóstoles de Jesús? Pregunta a Jesús qué quiere de ti y sé valiente… Las vocaciones nacen en la oración y de la oración; y sólo en la oración pueden perseverar y dar fruto. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Jesús, pastor y sustento de tus fieles, guía seguro y sendero de vida, tú que conoces a todos por su nombre y nos llamas todos los días uno a uno, haznos capaces de reconocer tu voz y de sentir el calor de tu presencia. 

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Conoce mis proyectos e ilusiones, me guía por caminos de justicia,
¡Gracias al Señor que me crea, sostiene y guía con su presencia cargada de Vida.

CONTEMPLATIO:
¿Cuál es ahora el redil cuya puerta es Cristo?
     En las comunidades cristianas necesitamos vivir una experiencia nueva de Jesús reavivando nuestra relación con él. Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida. Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente.
     Es importante sentirnos llamados por Jesús “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer por él personalmente. Descubrir poco a poco, y cada vez con más alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas.
     Es vital caminar teniendo a Jesús “delante de nosotros”. No hacer el recorrido de nuestra vida en solitario. Experimentar en algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús, más humano, más amigo, más cercano y salvador que todas nuestras teorías.
¿Cuál es ahora el redil cuya puerta es Cristo?
     El futuro de la fe entre nosotros se está decidiendo, en buena parte, en la conciencia de quienes en estos momentos nos sentimos cristianos. Ahora mismo, la fe se está reavivando o se va extinguiendo en nuestras parroquias y comunidades, en el corazón de los sacerdotes y fieles que las formamos. La increencia empieza a penetrar en nosotros desde el mismo momento en que nuestra relación con Jesús pierde fuerza, o queda adormecida por la rutina, la indiferencia y la despreocupación. Por eso, el Papa Francisco ha reconocido que “necesitamos crear espacios motivadores y sanadores... lugares donde regenerar la fe en Jesús”. Hemos de escuchar su llamada.



El guardián saca fuera sus propias ovejas, y el pastor las lleva fuera, llamándolas por su nombre, va delante de ellas y ellas le siguen. ¿Adonde? Al redil, al corazón del Padre, donde está su morada, su ser, su reposo. Ahora bien, todos los que quieran incorporarse deben pasar por la puerta que es Cristo en su humanidad. Éstas son sus ovejas, que tienen como meta y sólo buscan a Dios, única y exclusivamente en sí mismo, y ninguna otra cosa que no sea su honor y su voluntad (Juan Taulero).