AKÁTHISTOS
El himno Akáthistos es el poema más célebre, que la
Iglesia Ortodoxa canta, en honor de la Madre de Dios; una verdadera obra maestra
de la literatura y la Teología - Bizantina - Ortodoxa. Fue compuesto en el
Siglo Séptimo y se lo atribuye a San Germán de Constantinopla.
“Abro
mi boca y se llena del espíritu; digo palabras de alabanza a la Reina Madre. Y
me presento, jubilosamente entre los hombres, honrándola; cantando con alegría
sus maravillas.”
¡Oh Santísima Madre de Dios, Sálvanos!
¡Oh Purísima Virgen!,
cuando el Gran Arcángel vio que eres el Libro Vivo de Cristo, sellado por el
Espíritu, exclamó ante Ti: “¡Salve, Oh Tabernáculo de alegría!, por quien se
borró la maldición de nuestra primera madre.”
¡Oh Santísima Madre de Dios, Sálvanos!
¡Salve, Oh Virgen
Esposa de Dios, la recuperación de Adán y de los que yacen cautivos en el
Hades! ¡Salve, Purísima Virgen; Palacio de quien es el Único Rey! ¡Salve,
Flameante Trono del Todopoderoso!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
¡Salve, Oh Rosal, de
donde floreció la Única Rosa Inmarcesible! ¡Salve, Tú, que pariste la Manzana
Perfumada! ¡Salve, Oh Virgen que no contrajiste nupcias! ¡Fragancia del Rey de
todos y Preservador del mundo!
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos,
Amén.
¡Salve, Oh Tesoro de la
pureza, por intermedio de quien nos levantamos de nuestras caídas! ¡Salve, Oh
Soberana, Azucena de dulce esencia que esparce perfume entre los fieles!
¡Salve, Oh Fragante Incienso y más Preciosa Mirra!
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