EL SILENCIO EN LA SANTA MISA Y EN LA LITURGIA DE LAS
HORAS
ANOTACIONES
LITÚRGICAS
Si
alguien me preguntase dónde comienza la vida litúrgica, yo le respondería: «con
el aprendizaje del silencio. Sin él
todo carece de seriedad y es vano..., es
condición primera de toda acción sagrada» (R. Guardini)
La liturgia de la Santa Misa prevé
distintos momentos de silencio sagrado
que permitan la asimilación, meditación, interiorización, adoración y contemplación.
En concreto son estos:
■ - En la sacristía y en los lugares más próximos a la
Iglesia para que todos puedan
disponerse a la celebración (Ordenación General del Misal Romano 45).
■ - En el acto penitencial, después de la invitación del sacerdote y antes de
que toda la asamblea recite la confesión general, todos examinan en silencio su
conciencia y piden personalmente perdón a Dios por los pecados (OGMR51).
■ - En la oración colecta, después del «oremos», para que los fieles tomen
conciencia de estar en la presencia de Dios y formular interiormente sus
súplicas (OGMR 54).
■ - En la liturgia de la palabra, para favorecer la meditación y la
escucha de la Palabra que Dios dirige a su pueblo: antes de comenzar la misma
liturgia de la palabra, después de la primera y segunda lectura y después de la
homilía (OGMR 56, 128, 130, 66, 136).
■- El silencio orante también es una respuesta válida a las
intenciones que se proponen en la oración universal (OGMR 71).
■ - En la plegaria eucarística, los fieles se unen a las palabras del
sacerdote por medio de una escucha con silencio y reverencia (OGMR 78).
■ - Antes de acercarse a la comunión, los fieles se preparan orando en silencio
(OGMR
84).
■ - Después de distribuir la comunión, el sacerdote y los fieles oran
en silencio dando gracias (OGMR 88, 164).
■ - Después del «oremos» en la
oración después de la comunión (OGMR 165).
■-Como norma general, durante todas las oraciones presidenciales,
la asamblea escucha en silencio (OGMR 32).
■ - Después de anunciar la muerte del Señor en la lectura de la
historia de la Pasión el Domingo de Ramos y el Viernes Santo (Ceremonial
de los Obispos 273 y 319).
En la Liturgia de las Horas puede hacerse una breve pausa de silencio en los
siguientes momentos:
■ - En Laudes y Vísperas después de la lectura breve o de la
homilía (Ordenación General de la Liturgia de las Horas 48).
■ - En el examen de conciencia de Completas (OGLH 86).
■- Entre la recitación de los salmos con su antífona y la colecta
sálmica (OGLH 112).
■ - Como respuesta a las
intercesiones de las preces (OGLH 193).
■- Después de cada salmo con su antífona, después de las lecturas (breves
o largas) antes o después del responsorio (OGLH 202).
■- No obstante, hay que
recordar un principio fundamental: el silencio excesivamente prolongado
desfiguraría la forma de la celebración del Oficio Divino y resultaría molesto
o fatigoso para los participantes (cf. OGLH 202).
En la
dinámica de la revelación cristiana, el
silencio aparece como una expresión
importante de la Palabra de Dios (Benedicto XVI, Verbum Domini, 21).
LUIS GARCÍA
GUTIERREZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario