DECÁLOGOS DE CUARESMA:
LA CUARESMA…
■… nació como
desarrollo pedagógico de un aspecto central del misterio cristiano celebrado en
el triduo pascual. Destaca la
perspectiva de su referencia a Jesucristo.
■… ha sido siempre el tiempo litúrgico más
caracterizado del cristianismo. Es un conjunto de cuarenta días, cuya razón de ser originaria fue la de imitar el ayuno
previo del Señor al comienzo de su ministerio apostólico.
■… es privilegio aptísimo para vivir en y de la Palabra
de Dios. Vivir en y de la Palabra significa leerla, rezarla, meditarla, abrirse a
ella, confrontarse con ella, poner a su tamiz y a su luz nuestra propia
existencia. Llenarse de ella para sea la música y la letra de la pletina de
nuestra alma y de la partitura de nuestro corazón.
■… Toda la liturgia de la cuaresma, tanto en sus
aspectos rituales como en la misma liturgia de la palabra, está transida de
hermosísimos símbolos que ayuden y hagan visible el camino cristiano de la
conversión. Estos símbolos
son el desierto, la luz, la salud, el agua, el perdón, la liberación, la cruz y
la resurrección.
■… Los personajes bíblicos que iluminan
el camino cuaresmal son José hijo de Jacob, Ester, la casta Susana, Jeremías,
el ciego de nacimiento, el hijo pródigo, el padre del hijo pródigo, la
samaritana, la mujer adúltera y arrepentida, Zaqueo, el buen ladrón… y, sobre
todo, Jesús de Nazaret.
■… La cuaresma encuentra en la oración la más apropiada de sus atmósferas y de
sus escuelas. La oración cuaresmal debe más frecuente y habitual.
Su tonalidad propia es la humildad, la insistencia, la confianza. Es oración de
súplica y de petición. La oración cristiana de la cuaresma debe intensificar
sus dimensiones bíblica y litúrgica, de gran riqueza, variedad, matices y
contenidos durante los cuarenta días de este tiempo. En este sentido, la
oración litúrgica ha de ser más pausada, sencilla, cordial, humilde, pobre,
seria y profunda.
■… El ayuno es el segundo camino cuaresmal, según el Papa San León Magno. Se trata del
ayuno del hombre viejo, del ayuno del pecado, de la renuncia a los propios
caminos para abrazar los caminos de Jesucristo. Se trata de privarnos de algo
en favor de alguien necesitado, que podemos nosotros mismos o nuestro prójimo.
El ayuno no es, pues, una ejercitación meramente voluntarista o hasta
masoquista. Es una opción de purificación y de intercesión.
■… La vigente normativa eclesiástica de la abstinencia de carne durante todos los viernes de cuaresma y del ayuno y
de la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo pueden ayudarnos a recorrer esta
segunda vía cuaresmal y penitencial, antes citada.
■… La limosna, la caridad, la solidaridad es el tercero de los caminos
tradicionales y permanentes de la cuaresma. ¡Tenemos tantas demandas de justicia para vivir la limosna, la caridad
cuaresmal!
■ La cuaresma es un tiempo para vivir de ella. Es un tiempo
para practicarla, para ejercitarla no como un fin en sí mismo sino como un medio, un camino
hacia la pascua. Por ello, para recorrer
adecuada y cristianamente la cuaresma debemos buscar y desarrollar nuevos espacios
oracionales y devocionales. El rezo, antes
tan habitual del Vía Crucis, durante, al menos, los viernes de cuaresma, es una
praxis que, lejos de haber perdido su vigencia y sentido, debe ser potenciada y
recuperada en nuestra Iglesia en medio de una sociedad donde la realidad y el
misterio de la cruz siguen presentes y desafiantes. Otras maneras espléndidas y
siempre fecundas para recorrer este camino cuaresmal de la oración será
practicar algún día de retiro o de ejercicios espirituales, que nos llenarán de
fuerza, de gracia y de vida, siempre necesarias para todos y participar en
conferencias, charlas y escuelas cuaresmales.
Jesús de las Heras Muela
No hay comentarios:
Publicar un comentario