Decálogos de Cuaresma
La Iglesia
católica se dispone a recorrer el tiempo litúrgico y espiritual de la Cuaresma,
los cuarenta días de camino hacia la Pascua. La Cuaresma es siempre tiempo y
don de Dios para la conversión, para la renovada y permanente toma de
conciencia de la obra de la salvación en Jesucristo y por Jesucristo.
El ayuno, la limosna y la oración son los
tres medios tradicionales y bien fecundos para recorrer este tiempo de gracia,
este día –cuarenta días- de salvación. Desde estas claves, ofrecemos a continuación
y con una clara finalidad pastoral y catequética los siguientes
decálogos.
Lo que la Cuaresma es:
… nació como
desarrollo pedagógico de un aspecto central del misterio cristiano celebrado en
el triduo pascual. Destaca la perspectiva de su referencia a Jesucristo.
… ha sido
siempre el tiempo litúrgico más caracterizado del cristianismo. Es un conjunto
de cuarenta días, cuya razón de ser originaria fue la de imitar el ayuno
previo del Señor al comienzo de su ministerio apostólico.
… es privilegio aptísimo para vivir en y de la Palabra de Dios. Vivir en y de la Palabra significa leerla, rezarla, meditarla, abrirse a
ella, confrontarse con ella, poner a su tamiz y a su luz nuestra propia
existencia. Llenarse de ella para sea la música y la letra de la pletina de
nuestra alma y de la partitura de nuestro corazón.
… Toda la liturgia de la cuaresma, tanto en sus
aspectos rituales como en la misma liturgia de la palabra, está transida de
hermosísimos símbolos que ayuden y hagan visible el camino cristiano de la
conversión. Estos símbolos son el desierto, la luz, la salud, el agua, el
perdón, la liberación, la cruz y la resurrección.
… Los
personajes bíblicos que iluminan el camino cuaresmal son José hijo de
Jacob, Ester, la casta Susana, Jeremías, el ciego de nacimiento, el hijo
pródigo, el padre del hijo pródigo, la samaritana, la mujer adúltera y
arrepentida, Zaqueo, el buen ladrón… y, sobre todo, Jesús de Nazaret.
… La cuaresma
encuentra en la oración la más apropiada de sus atmósferas y de sus escuelas. La oración cuaresmal debe más frecuente y habitual. Su tonalidad propia
es la humildad, la insistencia, la confianza. Es oración de súplica y de
petición. La oración cristiana de la cuaresma debe intensificar sus dimensiones
bíblica y litúrgica, de gran riqueza, variedad, matices y contenidos durante
los cuarenta días de este tiempo. En este sentido, la oración litúrgica ha de
ser más pausada, sencilla, cordial, humilde, pobre, seria y profunda.
… El ayuno es
el segundo camino cuaresmal, según el Papa San León Magno. Se trata del ayuno del hombre viejo, del ayuno del pecado, de la renuncia
a los propios caminos para abrazar los caminos de Jesucristo. Se trata de
privarnos de algo en favor de alguien necesitado, que podemos nosotros mismos o
nuestro prójimo. El ayuno no es, pues, una ejercitación meramente voluntarista
o hasta masoquista. Es una opción de purificación y de intercesión.
… La vigente
normativa eclesiástica de la abstinencia de carne durante todos los viernes de cuaresma y del ayuno y de la abstinencia el
miércoles de ceniza y el viernes santo pueden ayudarnos a recorrer esta segunda
vía cuaresmal y penitencial, antes citada.
… La limosna,
la caridad, la solidaridad es el tercero de los caminos tradicionales y
permanentes de la cuaresma. ¡Tenemos tantas demandas de
justicia para vivir la limosna, la caridad cuaresmal!
La cuaresma es
un tiempo para vivir de ella. Es un tiempo
para practicarla, para ejercitarla no
como un fin en sí mismo sino como un medio, un camino hacia la pascua. Por
ello, para recorrer adecuada y cristianamente la cuaresma debemos buscar y
desarrollar nuevos espacios oracionales y devocionales. El rezo, antes tan
habitual del Vía Crucis, durante, al menos, los viernes de cuaresma, es una
praxis que, lejos de haber perdido su vigencia y sentido, debe ser potenciada y
recuperada en nuestra Iglesia en medio de una sociedad donde la realidad y el
misterio de la cruz siguen presentes y desafiantes. Otras maneras espléndidas y
siempre fecundas para recorrer este camino cuaresmal de la oración será
practicar algún día de retiro o de ejercicios espirituales, que nos llenarán de
fuerza, de gracia y de vida, siempre necesarias para todos y participar en
conferencias, charlas y escuelas cuaresmales.
Por Jesús de las Heras Muela
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