TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

sábado, 19 de abril de 2014

SÁBADO SANTO



Conmemoramos la sepultura del Señor. Cristo ha sido sepultado y ha bajado a los infiernos. Por “infierno” no hay que entender el lugar de los condenados, con los demonios, sino el “lugar de los muertos”; es decir, el estado de muerte. El Hijo de Dios, en su solidaridad con la humanidad. ha experimentado verdaderamente la muerte, como cualquier otro mortal.
El Sábado Santo es un día alitúrgico: no se celebran sacramentos.
Pero es un día de oración. Se recomienda hacer comunitariamente la oración de laudes o el oficio de lecturas.



VIGILIA PASCUAL


El Domingo de Resurrección se abre con la celebración de la Gran Vigilia Pascual.
Es la noche en que se celebra la Pascua, el “paso” de Dios por la historia. Este paso repetido ha sido fuente de espectaculares maravillas:
o   El paso de la nada a la creación del cosmos, que emerge entre las aguas.
o   El paso de Israel, desde la esclavitud de Egipto a la libertad de la tierra prometida, a través de las aguas del Mar Rojo.
o   El paso de Cristo de la Muerte a la Gloria del Padre.
o   El paso de la muerte del pecado a la vida de la gracia, a través de las aguas del Bautismo.
o   Finalmente, todo ello nos invita a esperar el paso definitivo de la Humanidad y del Cosmos hacia los cielos nuevos y la tierra nueva, al final de los tiempos, cuando Cristo Resucitado recapitule todas las cosas en sí mismo y lo sea todo en todos.

Historia de esta Vigilia:

        Los primeros cristianos comenzaron a celebrar la Pascua organizando, en la noche del sábado al domingo, una prolongada vigilia de oración. Desde inicios del siglo II, ya tenemos noticias de esta celebración.
Durante esa noche, la comunidad dedicaba a leer diversos pasajes del A y N Testamento, acompañándolos del canto de los salmos y de la recitación de oraciones. La Vigilia acababa con la celebración de la Eucaristía y de un ágape fraterno.

        Poco a poco esa noche se convirtió también en la noche de la iniciación cristiana, celebrándose el Bautismo y la Confirmación de los catecúmenos.
A partir del siglo V, se incorporó el último de los elementos de la Vigilia: el lucernario: con el ritual del fuego, el cirio y la luz.
                Conforme avanzaban los siglos, las diversas Iglesias fueron buscando una celebración más cómoda de la vigilia; para ello, adelantaron poco a poco la hora de la celebración a la tarde del sábado. De este modo, en el siglo XIV ya se celebraba a primeras horas de la mañana. El Sábado Santo se convirtió en Sábado de Gloria, y las campanas ya repicaban al mediodía, anunciando la resurrección. La Vigilia cayó en una gran decadencia y acabó resultando muy poco significativa en relación a otras celebraciones del año cristiano.
La reforma litúrgica realizada por los Papas Pío XII y Pablo VI se propuso rescatar y dar todo su valor a la Vigilia Pascual.

El simbolismo de la noche.

        Una de las primeras cosas que dice el misal actual sobre la Vigilia Pascual es que debe ser una celebración nocturna. Por eso, nunca debe escogerse una hora tan temprana que la vigilia empiece antes de la noche, ni tan tardía que acabe después del alba del Domingo.
        Celebrar la Vigilia de noche no es ningún capricho, sino que tiene unas motivaciones muy sólidas:
-          Primero, por autenticidad. Se trata de una vigilia, es decir, de una noche en vela en honor del Señor, para conmemorar la Resurrección, que aconteció en la noche del sábado al domingo. De hecho, todos los textos de la liturgia hablan de la noche. Por eso, no tendría sentido ni celebrarla aún de día, ni hacerla tan corta que perdiera el carácter de vigilia. Siendo tan habituales en nuestra sociedad las celebraciones festivas nocturnas, sería chocante que los cristianos tuviésemos reparos de pasar una noche en vela en honor del Señor.
-          Segundo, porque la noche en sí misma tiene un valor simbólico y pedagógico que ayuda a celebrar el misterio de la Resurrección.
o   La noche aparece repetidas veces en las sagradas Escrituras. Para los judíos eran muy significativas cuatro noches concretas:
§  La noche de la creación, en que todo pasó de la oscuridad a la primera luz.
§  La noche del sacrificio de Abrahán, en que Dios prometió que multiplicaría su descendencia como las estrellas del cielo.
§  La noche de la salida de Egipto.
§  La noche la que habría de venir el Mesías.
o   Para los cristianos, la noche más importante es la de la resurrección, en la que Jesús salió del sepulcro y pasó a una nueva existencia.
§  Es la noche en que pasamos de las tinieblas de la muerte a la luz de la vida.
§  De la esclavitud del pecado a la libertad de la gracia.
o   Toda la liturgia de la Vigilia Pascual juega con el símbolo de la oscuridad de la noche. De este modo, la noche se convierte en un verdadero “signo pascual”.

La estructura de la celebración.

        La Vigilia Pascual consta de cuatro partes:

·        La primera parte es un lucernario, o liturgia de la Luz, que tiene su momento culminante en la aclamación a Cristo Luz y en el canto del pregón pascual.
·        La segunda parte es una liturgia de la Palabra en la que se leen nueve lecturas que resumen toda la historia de la salvación. Su momento culminante es la proclamación del Evangelio precedido de un solemne canto del aleluya.
·        La tercera parte es una liturgia Bautismal, cuyo momento culminante es el bautismo de nuevos cristianos o la renovación de los compromisos bautismales por parte de los ya bautizados.
·        La última parte es la liturgia Eucarística, cuyo momento culminante es la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo resucitado.

Lo principal, central y culminante en toda la Vigilia es la Palabra y el Sacramento.
- La Pascua se proclama en la Palabra: “¡Cristo ha resucitado!”.
- Y se participa en los sacramentos: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Por medio de los sacramentos el Resucitado comunica su vida a la Iglesia y la alimenta.

A pesar de su extensión, la Vigilia nunca se hará larga siempre que se entienda el significado de cada una de sus partes. Y por supuesto, si quienes la hayan preparado y la conduzcan sepan respetar su ritmo y cuiden la elección y calidad del canto, la competencia de los lectores, el ajuste de la megafonía, y los medios para facilitar una participación activa de los fieles.

El Rvd. Padre D. Oscar González Esparragosa ha sido Consiliario de éste Turno nº 5  de la Adoración nocturna Española.

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