TIEMPO LITÚRGICO

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sábado, 9 de mayo de 2015

LA ADORACIÓN NOCTURNA ¿QUÉ ES?


     Flor bendita que brotaste en estos últimos tiempos del Corazón divino, ¿quién podrá calificarte dignamente?
     Por el objeto a quién adoras eres divina; por el fin que te propones, regeneradora; por los medios que adoptas eres sublime y heroica. Eres penitencia, pues lloras; eres seráfica, pues amas; eres sacrificio, pues te inmolas. Eres la bandera de los nuevos cruzados; eres la escolta Real del Corazón divino; eres la vanguardia de la Iglesia. Tus batallas son las batallas del Señor; tus armas, el amor y sacrificio; tu campo de acción, la humanidad entera; tus victorias, las conquistas de los corazones.
     Pero...no, tu nombre es todavía más augusto; tu origen más divino; tu misión más soberana. Eres el grito salvador de la Esposa Inmaculada del Cordero; eres la plegaria que esta Madre siempre solicita dirige al cielo en demanda de perdón, pues has oído de labios de María en la Salette y en Lourdes que la hora de exterminio para la humanidad se acerca; Eres la súplica que pide misericordia; eres el quejido angustioso de millones de corazones que unidos con Jesús interceden ante el Eterno, como en otro tiempo Abraham, para que no caiga sobre las nuevas Pentápolis el fuego de la indignación divina. 
  ¡Adoración nocturna!, no olvides la sublimidad y trascendencia de tu providencial misión. A la sonrisa desdeñosa del escéptico responde con tu fe rendida y profunda; a la carcajada de la impiedad, con tu amor y sacrificio; a la blasfemia satánica, opón la plegaria reverente y fervorosa. Cuando desfallezcas dirige tu mirada al Calvario; cuando la sirena del placer pretenda seducirte acuérdate de la Cruz; cuando oigas a tu lado el estallido ruidoso de las pasiones y la explosión horrísona de los odios, piensa en el sagrario y en los suspiros que allí escuchaste. 
   ¡Adoración nocturna!, tuya es la victoria si permaneces impávida en la brecha, porque el amor todo lo vence, y tu enarbola por bandera el Corazón deifico, y en ese Corazón hay inscrito un lema que dice. He aquí el amor de los amores. ¿No podría servirte de nombre ese mismo lema?


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