EXHORTACIÓN APOSTÓLICA “VERBUM
DÓMINI”
Exhortación postsinodal sobre la Palabra de Dios en la vida y en la
misión de la Iglesia-fragmento.
62. Entre las formas de oración que exaltan la Sagrada Escritura se
encuentra sin duda la Liturgia de las Horas. Los Padres sinodales han
afirmado que constituye una «forma
privilegiada de escucha de la Palabra de Dios, porque pone en contacto a
los fieles con la Sagrada Escritura y
con la Tradición viva de la Iglesia». Se ha de recordar ante todo la profunda
dignidad teológica y eclesial de esta oración. En efecto, «en la Liturgia de
las Horas, la Iglesia, desempeñando la función sacerdotal de Cristo, su cabeza,
ofrece a Dios sin interrupción (cf. 1 Ts 5,17) el
sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que profesan su
nombre (cf. Hb 13,15). Esta oración
es "la voz de la misma Esposa que habla al Esposo; más aún: es la oración
de Cristo, con su cuerpo, al Padre"». A este propósito, el Concilio
Vaticano II afirma: «Por eso, todos los que ejercen esta función, no sólo
cumplen el oficio de la Iglesia, sino que también participan del sumo honor de
la Esposa de Cristo, porque, al alabar a Dios, están ante su trono en nombre de
la Madre Iglesia». En la Liturgia de las
Horas, como oración pública de la Iglesia, se manifiesta el ideal cristiano de santificar todo el día, al
compás de la escucha de la Palabra de Dios y de la recitación de los salmos, de
manera que toda actividad tenga su punto de referencia en la alabanza ofrecida
a Dios. Quienes por su estado de vida tienen el deber de recitar la Liturgia de
las Horas, vivan con fidelidad este compromiso en favor de toda la Iglesia…
Además, aliento a las
comunidades de vida consagrada a que sean ejemplares en la celebración de la
Liturgia de las Horas, de manera que puedan ser un punto de referencia e
inspiración para la vida espiritual y pastoral de toda la Iglesia.
El Sínodo ha
manifestado el deseo de que se difunda
más en el Pueblo de Dios este tipo de oración, especialmente la recitación
de Laudes y Vísperas. Esto hará aumentar en los fieles la familiaridad con la
Palabra de Dios. Se ha de destacar también el valor de la Liturgia de las Horas
prevista en las primeras Vísperas del domingo y de las solemnidades,
especialmente para las Iglesias Orientales católicas. Para ello, recomiendo que,
donde sea posible, las parroquias y las comunidades de vida religiosa fomenten esta oración con la participación
de los fieles…
…DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
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