PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
El ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de
la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena
de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas
palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas,
María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás
a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús». María contestó: «He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (cf. Lc 1,26-31.38).
Orar con la Iglesia:
Los que celebramos hoy el principio de nuestra
salvación en la Anunciación del Señor, oremos jubilosos a Dios Padre.
-Haz que, como la Virgen María recibió con gozo el
anuncio del ángel, nosotros recibamos siempre de buen grado a nuestro Salvador.
-Tú que miraste la humildad de tu esclava, acuérdate
y compadécete de nosotros, siervos e hijos tuyos.
-De igual manera que María, la nueva Eva, se sometió
a tu palabra divina, haz que nosotros acojamos y cumplamos contentos tu
voluntad.
-Que santa María, Virgen y Madre, socorra a los
pobres, conforte a los débiles, consuele a los tristes, ruegue por el pueblo,
interceda por el clero.
Oración: Dios Padre nuestro, haz que,
como tu Hijo al entrar en el mundo, te digamos: «Aquí estoy para hacer tu
voluntad», y como María en la Anunciación y en toda su vida, te respondamos:
«Hágase en mí según tu palabra». Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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