¿Por qué la adoración?
La gracia de agradecer
La gracia de agradecer
Nadie coma de esta carne sin adorarla (Sacramentum Caritatis 66)
Como
ha dicho el pensador agnóstico contemporáneo Habermas: El gran drama de nuestro
mundo secularizado es que no tiene a quién agradecer lo bueno de la vida ni a
quién gritar por lo que le hace sufrir (Conversaciones entre
Habermas y Ratzinger. 2001). Nosotros sabemos que tenemos
a Quién agradecer y gritar, a Quien adorar porque
Él mismo ha revelado su Rostro, sus intenciones, su proyecto: Tanto amó Dios al
mundo que entregó a su Hijo para que no perezca ninguno de los que creen en Él
sino que tengan vida eterna (Jn
3, 16)
¡Existimos porque Él nos ama! Por amor, como un proyecto único e irrepetible. Y
no sólo eso. Hemos sido pensados para vivir la vida
divina, para la vida eterna,
para ser como Dios, amar como Dios.
+ RAFAEL ZORNOZA
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