TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

domingo, 21 de junio de 2020

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 21 DE JUNIO DEL 2020, 12º DEL TIEMPO ORDINARIO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Arzobispo de Toledo. Primado de España)

«NO TEMÁIS A LOS QUE PUEDEN MATAR EL CUERPO, PERO NO EL ALMA»



Mt. 10. 26-33


       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo.
¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo».

Otras Lecturas: Jeremías 20,1 0-13; Salmo 68 Romanos 5, 12-15

LECTIO:
       Llegaba el momento de la primera salida apostólica. Había que llevar a todo el mundo un mensaje incómodo y hostil, porque en tantas cosas suponía contradecir a ese mundo. Jesús no ocultó la dificultad y los riesgos que habían de librar sus primeros misioneros (y los de siempre), y por eso se adelanta también a consolarles. Acaso presos de la preocupación o del pánico, el Maestro les dirige estas palabras del Evangelio de hoy.
     El Evangelio de este domingo nos invita a un seguimiento del Señor sin miedos, sin complejos, con decisión. El "no tengáis miedo" que dice Jesús, significa susurrar, decir, gritar nuestra fe, en cada gesto sencillo y cotidiano como en cada suceso extraordinario y solemne de nuestra vida. Si realmente Dios ha pasado en nuestro camino, si nos hemos encontrado con Él, si se ha hecho acontecimiento, entonces hemos de ser testigos de lo que nos ha ocurrido, con el inmenso deseo de que también les ocurra a los demás como-cuando-donde quiera el Señor… (+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm -Arzobispo de Oviedo)

MEDITATIO:
     El discípulo está llamado a adaptar su propia vida a Cristo, que fue perseguido por los hombres, conoció el rechazo, el abandono y la muerte en la cruz. ¡No existe la misión cristiana caracterizada por la tranquilidad! Las dificultades y las tribulaciones forman parte de la obra de evangelización, y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas la ocasión para verificar la autenticidad de nuestra fe y de nuestra relación con Jesús. (Papa Francisco)
     Debemos considerar estas dificultades como la posibilidad para ser todavía más misioneros y para crecer en esa confianza hacia Dios, nuestro Padre, que no abandona a sus hijos en la hora de la tempestad. Ante las dificultades del testimonio cristiano en el mundo, no somos olvidados nunca, sino siempre acompañados por el cuidado atento del Padre. Por ello, en el Evangelio de hoy, Jesús tranquiliza tres veces a sus discípulos diciendo: «¡No tengáis miedo!». (Papa Francisco)
     También en nuestros días la persecución contra los cristianos está presente. Nosotros rezamos por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos, y alabamos a Dios porque, no obstante ello, siguen dando testimonio con valor y fidelidad de su fe. Su ejemplo nos ayuda a no dudar en tomar posición a favor de Cristo… Pero en esto el Señor sigue diciéndonos, como decía a los discípulos de su tiempo: “¡No tengáis miedo!”. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Dame el valor, Señor, de superar los respetos humanos y no avergonzarme del Evangelio cuando el ser fiel importa sentirme “diferente” de la gente que crea opinión y costumbre.

Sufro, Señor, porque tengo miedo
pero también escucho tu voz de amigo:
"No tengas miedo, no se turbe tu corazón…

CONTEMPLATIO:
     Contempla a Jesús aconsejando a sus discípulos y a los discípulos escuchando las palabras de Jesús.  Contémplate a ti mismo con tus temores y tus miedos… Y a Jesús que vence tus temores, que te enseña el camino para vencerlos, que te acompaña para que seas fiel…
No tengáis miedo
     "Es cosa dañosa ir con miedo por este camino de oración", dice santa Teresa de Jesús, y por el camino de la vida, añadimos nosotros. El miedo amedrenta el deseo de la verdad de salir a la luz, debilita la valentía de gritar desde las azoteas lo que Jesús nos dice al oído. Jesús nos invita a vivir con libertad y confianza, con coraje y fe. Si queremos dar la cara por el Evangelio, tenemos que dar la espalda a los miedos desenmascarando nuestros miedos: a la entrega, a la cruz, al amor, a la alegría, a tomar decisiones, a perder los amigos, al qué dirán, a la oposición que puedan hacernos. ¿Por qué tenemos miedo? Si nada es imposible para ti, Señor. ¿Por qué tenemos miedo? (CIPE - Carmelitas).




      
   [Habla Jesús:]  Si me imitáis predicando el Evangelio y siguiendo la verdad, las persecuciones que me cercan os aguardan: recibidlas con alegría, como preciados distintivos de identidad conmigo, como imitación de los Bienaventurados. Soportadlas con calma, sabiendo que si os dominan, yo lo he permitido, y solo os golpearán en la medida que yo lo permita, sin mi permiso ni uno solo de vuestros cabellos cae... Aceptad pacientemente la voluntad de Dios, dándole la bienvenida a todo lo que suceda.
       Sufrid con coraje vuestros padecimientos, ofreciéndoselos a Dios como un sacrificio, sufridlos rogando por vuestros perseguidores, ya que son hijos de Dios y yo mismo os he dado el ejemplo de rezar por todos los hombres: perseguidores y enemigos (Beato Charles de Foucauld)

1 comentario:

  1. El evangelio eclesial de San Mateo nos habla de no tener miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar al alma. Sentir miedo es muy humano. Dejarse vencer por el miedo paraliza el alma. Con miedo se avanza poco. Miedo no es prudencia, es más bien falta de confianza en quien sabemos que nos ama.
    El evangelio de este domingo es un canto a la confianza en el Señor, a no tener miedo. De donde debe brotar esa confianza ilimitada, es del Amor de Dios que vence todas las adversidades.
    La transparencia con el Señor nos hace libres. No tengáis miedo de proclamar el Evangelio por todo el mundo. Desde los tejados. No hay nada oculto que no se llegue a saber. El Señor es muy bueno con nosotros. Actúa siempre a nuestro favor. Vence todos los obstáculos. Abramos el Corazón sabiendo que es propio de su amor actuar siempre a nuestro favor.
    Los contemplativos que miran la vida con ojos de fe, desde la pupila de Dios, saben que el Señor cuida los pájaros y embellece los lirios del campo. Algo que puede parecer insignificante es muy importante para Dios. Nosotros somos preciosos para el Padre. Le interesa nuestra vida y todo lo nuestro. No sabe mirar desde lejos. Se acerca todo lo que le dejamos para llenarnos el corazón de esperanza. No es bueno desconfiar de un Dios que, solo abriendo nuestros ojos con un poco de fe, descubrimos su ternura sin comparación, como ya tiene con las aves del cielo y con los lirios.
    Este canto de alabanza a su infinita misericordia es porque sabemos que resucitado es vencedor del pecado y de la muerte. Cuando pasan los años y la vida demasiado deprisa, nos va quedando la convicción de tantos apuros como nos ha sacado el Señor. En todo ello hemos vencido por quien sabemos que nos ama…y estamos seguros de que así será siempre por su gran bondad con nosotros.

    + Francisco Cerro Chaves - Arzobispo de Toledo
    Primado de España

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