JUNIO: DESDE EL CUARTO DE GUARDIA
Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar
LA ADORACIÓN NOCTURNA MOMENTO PARA CULTIVAR LA INTIMIDAD CON
DIOS
1º marco para esta noche de junio.
Mes de junio, mes
que la iglesia dedica al Corazón de Jesús. En esta vigilia
proponemos como lema dominante: “De corazón a corazón”. La adoración nocturna
es una escuela para aprender a amar.
Todo ser humano es una necesidad de amar y de ser amado. Nuestra fe nos enseña
la maravillosa verdad de que Dios es amor. Y que hemos venido a esta vida para
amarnos y para dejarnos amar y corresponderle porque amor con amor se paga. Hagas
lo que hagas en la vigilia, -alabes, supliques o cantes o guardes
silencio-, de corazón a corazón. Nuestro Dios quiere
amadores, no recitadores. Es un enamorado, no propiamente un
pensador. Quiere que le correspondas con tu amor: de corazón a corazón. “Pedro
¿me amas?”
2º una oración jaculatoria
al espíritu santo, para que nos encienda en amores.
La Adoración Nocturna es
Trinitaria, como la Iglesia. En Cristo adoramos al Padre
y al Espíritu Santo. El Paráclito tiene como misión encender nuestros corazones
en el fuego de su amor para renovarnos hasta convertir nuestro corazón de
piedra en uno de carne. Digámosle:
Por ti conozcamos al Padre, y también al
Hijo; y creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos.
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Per te sciamus da
Patrem noscamus atque Fílium, te utriusque Spíritum credamus omni tempore.
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3º un texto de un santo o de la iglesia que nos inicie en
la oración meditativa.
Don
Luis de Trelles escribió siete cartas a su hija
María del Espíritu Santo, las tres primeras para prepararla a recibir la
primera comunión; las cuatro restantes se dedican a enseñar a su hija el verdadero amor. Se dirige a la adolescente
para
enseñarle que el fundamento de todos los amores humanos, pasa por descubrir el
amor de Cristo “velado en las especies sacramentales”. No
le enseña este amor para que sea monja, sino para poder amar como razón de
vivir en cualquier vocación que el Señor le tenga preparada.
En
este fragmento de la carta quinta quiere
que nos fijemos en la presencia no sólo de la Humanidad de
Cristo, sino en su divinidad. En el Corazón de Cristo
palpita, sí, sí, en
su corazón de carne, todo el infinito amor del Verbo de Dios encarnado. En
cada una de nuestras vidas Cristo quiere realizar una historia de amor. No
espera que le entendamos, lo que quiere es que le amemos. La vigilia nocturna
es una ocasión mensual práctica para entrar y crecer en el camino del amor.
Cuando te arde el pecho por Cristo Sacramentado, las vigilias ya no son una
obligación, sino un regalo.
■ “Pero para
lograr uno y otro fin importa ejercitar bien la atención en el misterio de amor
que en el Sagrario, y bajo las especies sacramentales, se vela
allí.
Es
para maravillarse, hija mía querida, cómo tan gran Señor viene a permanecer con
nosotros en el Sacramento, por el gusto de conversar con las almas fieles y
pedir a su Eterno Padre por las infieles, deteniendo muchas veces el ángel de
las venganzas, que tanto merecemos, por nuestra falta de correspondencia; pero
prescindiendo por el momento de esta idea, mi recuerdo de tal verdad tiene por
objeto grabar bien en tu ánimo el dogma de la Divinidad, inseparablemente unida
a la humanidad en el sacramento de la Eucaristía.
Cuando
advertimos que bajo las especies late además del Hombre,
Dios; cuando recordamos determinadamente los atributos
divinos, que es lo que nosotros creemos y sabemos de Él y traemos a la memoria
estos atributos que están obrando de una manera actual y especial bajo los
velos eucarísticos, no puede menos de surgir en el ánimo una idea de respeto
profundo y reverente, y en el corazón el sentimiento de amor que
demanda la inefable bondad de Dios, de venir al Tabernáculo á morar cerca de
nosotros y a permanecer vinculado a los accidentes del pan.
¡Cuánto
más -que con un Monarca- y con mayor reverencia debemos obrar lo mismo con
Jesús sacramentado! Es el Rey inmortal de los siglos; escudriña con su mirada
penetrante los más ocultos pliegues del corazón, y aprecia para méritos o
deméritos todos nuestros pensamientos. No para imponerles castigo alguno
entonces, pues su presencia en el altar no es de juez, sino de abogado o
intercesor, sino más bien para sentir en su divino corazón el eco de nuestra
ingratitud, o recibir las alabanzas y palabras de amor que articula el labio o
siente el alma devota de la Eucaristía en su presencia.
Con
ser el mismo Dios que hizo el mundo y se apareció a Moisés en
el Sinaí entre truenos y relámpagos, no dispara desde el Sagrario sino dardos
de amor inefable, o miradas de pesar por nuestro desvío y frialdad.
Parece
que nos dice con su inagotable paciencia y adorable silencio: «Aquí he venido,
¡oh querido mortal! por buscarte y esperarte, y para llegar aquí
sufrí tormentos indecibles, y dejó regado de sangre el camino do la Cruz,
muriendo clavado en ella después de una agonía angustiosa durante tres horas. ¿No
podrá este recuerdo conquistar tu corazón?» Esto nos dice, y lo
que hace por todos lo hace por ti, pues por una sola alma moriría como murió
por todas.
Medita
bien estos pensamientos, hija de mi corazón: grábalos en el tuyo, pues para
esto, olvidando el Señor mis muchas y graves culpas, mueve la divina gracia mi mano
y te habla por mi pobre mediación, ofreciéndome tal vez por esto una esperanza
más de conversión, que sólo su misericordia infinita puede concederme.” ■
Preguntas para el diálogo y la meditación.
■ ¿Por
qué la virtud de la religión que ha de manifestarse en ritos solemnes,
liturgias que hagan visible la realidad
invisible, cantos, homilías luminosas, pone como requisito de autenticidad el
amor?
■ La Adoración Nocturna es Trinitaria
en todo momento ¿Sabrías demostrarlo en el rezo del rosario?
■ Cristo, al final de los
tiempos vendrá como Juez de vivos y muertos ¿Por qué podemos afirmar como verdad consoladora y
sublime que el grado máximo de la Justicia en Dios se llama misericordia?
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