TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

viernes, 1 de noviembre de 2019

LA LITURGIA EN LA CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS


     Es en el momento definitivo del silencio eterno cuando surge una liturgia especial que lo conmemora. La Iglesia, en la misa, en el oficio de difuntos y en el ritual de las exequias, siempre se sirvió del canto gregoriano para acompañar y revestir esa liturgia.
     Asistimos hoy al abandono de estos cantos por la propia institución eclesiástica, razón que nos mueve, si no a reivindicar la recuperación de la liturgia cantada, sí a su contemplación y audición en los lugares donde otrora se escucharon.

LA MISA DE RÉQUIEM
    Formó parte de la liturgia desde los primeros momentos. Existen evidencias de su celebración ya en el siglo II, aunque bien pudiera ser incluso anterior. Los textos y sus diferentes partes podían variar de una diócesis o, incluso, de una iglesia a otra. Fue en el Concilio de Trento (1545-63) cuando se fijaron sus partes y textos: el misal del papa Pío V prescribía así las secciones del ordinario y del propio:

- Introito: Requiem aeternam
- Kyrie: Propio de la misa de difuntos
- Gradual: Requiem aeternam
- Tracto: Absolve Domine
- Secuencia: Dies irae
- Ofertorio: Domine Iesu Christe
- Sanctus: Propio de la misa de difuntos
- Agnus Dei: Propio de la misa de difuntos
- Comunión: Lux aeterna.

     Con anterioridad, por lo menos hasta el siglo IX, se incluyó el Alleluia; en cambio, la secuencia Dies irae no formó parte de la misa hasta el siglo XIV.
     La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II elimina la secuencia Dies irae, y la traslada al fin del año litúrgico como himno para la semana que antecede al primer domingo de Adviento...

Lux aeterna luceat eis, Domine:
cum sanctis tuis in aeternum:
quia pius es.
Requiem aeternam dona eis, Domine,
et lux perpetua luceat eis:
Cum sanctis tuis in aeternum:
quia pius es.
Que la luz eterna, Señor, les ilumine
con tus santos para siempre,
porque eres piadoso.
Concédeles, Señor, el descanso eterno
y alúmbreles la luz perpetua.
Con tus santos para siempre,
porque eres piadoso.


OFICIO DE DIFUNTOS
     Conjunto de lecturas y salmos que se recitaban ante los muertos, antes de la sepultura, por los miembros de las comunidades religiosas durante los primeros tiempos del cristianismo.
     A partir del siglo VIII, la oración por los difuntos entró a formar parte del oficio monástico y a lo largo del siglo IX pasó a difundirse por todos los cenobios benedictinos del Occidente Europeo…

ORDO EXSEQUIARUM
     Por otra parte, existía y existe actualmente el denominado Ordo exsequiarum, o rito de exequias, en el que se dispone la liturgia adecuada para la vela por el difunto, el traslado a la iglesia, la despedida, el traslado al cementerio y la sepultura. Participan de esta liturgia el responsorio Liberame, Domine

Libera me, Domine, de morte aeterna, in die illa tremenda:
Quando caeli movendi sunt et terra:
Dum veneris judicare saeculum per ignem.
Tremens factus sum ego, et timeo,
dum discussio venerit, atque ventura ira.
Quando caeli movendi sunt et terra.
Dies illa, dies irae, calamitatis et miseriae,
dies magna et amara valde.
Dum veneris judicare saeculum per ignem.
Requiem aeternam dona eis, Domine:
et lux perpetua luceat eis.
Líbrame, Señor, de la muerte eterna
en aquel día terrible:
Cuando los cielos y la tierra tiemblen.
Cuando vengas a juzgar al mundo con fuego.
Me lleno de temor y de miedo esperando el
juicio y la cólera que llegará.
Cuando los cielos y la tierra tiemblen.
Ese día, día de ira, de calamidad y miseria,
extenso y en extremo amargo.
Cuando vengas a juzgar al mundo con fuego.
Concédeles, Señor, el descanso eterno
y alúmbreles la luz perpetua.



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