HIPOCRESÍA Y MORALIDAD
CRISTIANA (2)
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen
hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!
Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad”.
(Mateo 23:27-28)
Hipocresía religiosa
“Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su
corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que
son preceptos de hombres”. (Mateo 15:7-9)
La hipocresía ha sido descrita,
junto con la falta de honestidad, como una característica que atrae particular
oprobio en la época moderna, y por ello muchos sistemas de creencias condenan
los comportamientos relacionados con la hipocresía.
En algunas traducciones del Libro de Job,
la palabra ‘chaneph’ es traducida como ‘hipócrita’, aunque en general significa
sin Dios o profano. En la Biblia cristiana Jesús condena a los escribas y
fariseos como hipócritas. En el texto budista Dhammapada, Buda condena a un
hombre que tomó la apariencia de un ascético sin serlo. En el Corán islámico se
critica a los munafiq, que son aquellos que manifiestan ser creyentes sin
serlo. Como podemos ver, la hipocresía es un mal extendido en todas las
religiones.
La religión de los fariseos era hipocresía
de la más grave, ya que utilizaban la relación con Dios como objeto de
vanagloria personal. Esto desgraciadamente aún persiste en nuestros días, lo
cual causa escándalo cuando se descubre e incita a otras personas a que incluso
rechacen la religión al ver el comportamiento hipócrita de quien habla de Dios
sin seguirle.
Hoy en día muchos no quieren acercarse a
los caminos del Señor ya que por el pésimo testimonio de algunos ‘cristianos’,
la gente resta credibilidad al Evangelio. Es triste ver en nuestras iglesias a
tanta gente que dentro de ella aparenta santidad y una buena relación con Dios,
pero que en la privacidad de su vida deja mucho que desear. Como dijo Jesús,
sus labios predican lo que no siente su corazón.
El grupo musical Nueva Vida compuso un
canto religioso que en su texto describe con toda claridad la hipocresía
religiosa. Su título es ‘Con nosotros está’ y nos habla de que Jesús está
presente en cada una de las personas que están viviendo en medio de desgracias,
necesidades o tribulaciones, pero que la mayoría de creyentes no parecen darse
cuenta de ello, debido a lo cual priorizan su asistencia a centros religiosos,
desconociendo esa presencia divina en el necesitado, con lo cual les ignoran
completamente.
Y la hipocresía cristiana no se limita exclusivamente a lo dicho en este
canto, sino también a muchas otras actitudes personales totalmente opuestas al
cristianismo al que decimos pertenecer, seguir y practicar.
Con nosotros
está y no le conocemos, con nosotros está, su nombre es el Señor.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Su nombre es el Señor y pasa hambre y pasa por la
boca del hambriento,
y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar
temprano al templo.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Su nombre es el Señor y sed soporta, y está en quien
en justicia va sediento,
y muchos que lo ven pasan de largo, a veces ocupados
en sus rezos.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros está,
su nombre es el Señor.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia de
amor hiela sus huesos
y muchos que lo ven pasan de largo, seguros al calor
de su dinero.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Con nosotros está y no le conocemos, con nosotros
está, su nombre es el Señor.
Conclusión
Si
alguien que se denomine cristiano sólo aparenta tener fe sin acompañarla de
obras, se asemeja a la higuera que se secó y murió por no dar frutos. Cuando
la persona aparenta lo que no es, se ha engañado a sí misma y le ha mentido a
los demás. Se cree merecedor de la gloria celeste, pero no piensa que en el
cielo jamás entrarán los hipócritas.
“Y cuando
oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en
las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en
verdad os digo que ya recibieron su paga” (Mateo 6:5)
“El fanatismo es a la religión lo
que la hipocresía es a la virtud”
Charles Palissot de Montenoy-Dramaturgo francés (1730-1814)
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