TIEMPO LITÚRGICO

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sábado, 20 de julio de 2019

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 21 DE JULIO DEL 2019, 16º DEL TIEMPO ORDINARIO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

«SOLO UNA COSA ES NECESARIA…, Y NO LE SERÁ QUITADA»


Lc. 10. 38-42

     En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
     Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

Otras lecturas: Génesis 18, 1-10a; Salmo 14; Colosenses 1,24-28

LECTIO:
     La escena del Evangelio de este domingo tiene lugar en una casa muy querida por Jesús, en Betania, donde unos hermanos (Lázaro, Marta y María) gozaban de su amistad. Se da un célebre diálogo entre Marta y Jesús: María la mujer contemplativa “que no hace nada”, y Marta la mujer activa “que trabaja por las dos”. Desde esta visión dualista y divididora saldría el elogio de Jesús (“María ha escogido la mejor parte”) en beneficio de la vida contemplativa, pero contra la otra actitud representada por una Marta demasiado atareada y nerviosilla.
     María escuchaba al Maestro y Marta pagaba el precio del lujo contemplativo de su hermana. Pero lo que Jesús “reprocha” a Marta no es su actividad, sino que realice su trabajo sin paz, con agobio y murmuración, Esta escena trata de alertarnos sobre los dos extremos que un discípulo de Jesús debería de evitar: tanto un modo de trabajar que nos haga olvidadizos de lo más importante, como un modo de contemplar que nos haga inhibidores de aquellos quehaceres que solidariamente, hemos de compartir con los demás. (+Fr. Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo)

MEDITATIO:
     En su obrar hacendoso y de trabajo, Marta corre el riesgo de olvidar lo más importante, es decir, la presencia del huésped. Y al huésped no se le sirve, nutre y atiende de cualquier manera. Es necesario, sobre todo, que se le escuche. (Papa Francisco).
     La respuesta que Jesús da a Marta —cuando le dice que una sola es la cosa de la que tiene necesidad— encuentra su pleno significado en referencia a la escucha de la palabra de Jesús mismo, esa palabra que ilumina y sostiene todo lo que somos y hacemos. Si nosotros vamos a rezar… y hablamos, hablamos, hablamos y después nos vamos, no escuchamos a Jesús. No dejamos que Él hable a nuestro corazón. (Papa Francisco)
     La hospitalidad, es una de las obras de misericordia, una virtud que en el mundo de hoy corre el riesgo de ser descuidada… Incluso en la propia casa, entre los propios familiares puede suceder que encuentren fácilmente servicios y curas de varios tipos más que de escucha y acogida. Hoy estamos absorbidos por el frenesí, por tantos problemas —algunos de los cuales no resultan importantes— que carecemos de la capacidad de escuchar. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Sé Tú , Señor, el sentido de mi vida, dame fuerza para darte lo que me pides y no permitas que mis oídos torpes no te escuchen, ni mis manos ocupadas te dejen de abrazar en el hermano.
Quiero Señor, poder amarte
y contemplarte como lo hizo María,
que toda mi atención y hospitalidad sea para ti.

CONTEMPLATIO:
“Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria”
     Hoy Jesús en el Evangelio nos llama a la necesidad del descanso y a tomarnos la vida de otra manera. Jesús nos invita a la contemplación
     La contemplación humana del misterio de Dios, que el icono de Rublev refleja, consiste en dejarse introducir en el diálogo de amor que circula entre las Personas divinas. Al hacerse hombre el Hijo, tomando nuestra naturaleza humana, ha incorporado a ese diálogo de amor su corazón humano y nos ha incorporado a todos los humanos, a quienes él quiere revelar este alto misterio. El corazón humano existe para la contemplación de Dios, para entrar en la intimidad de las tres Personas divinas y dejarse envolver por ese diálogo de amor al que nos incorporan. Ahí encontrará el corazón humano el descanso al que aspira a lo largo de su peregrinación por la tierra: “Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (S. Agustín, Confesiones 1)
     La contemplación verdadera no es pérdida de tiempo, sino satisfacción de una necesidad radical del corazón humano… nos pone desnudos y descalzos delante de Dios para vernos tal como somos, sin engaños ni apariencias. Y en ese acto de profunda adoración, Dios nos descubre su rostro, su identidad, su intimidad, que contiene en sí todo deleite. “Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará” (Salmo 34,6). Y nos descubre nuestra identidad y nuestra misión. (+ Demetrio Fernández – Obispo de Córdoba)



   Los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento no se limitan únicamente a indicarnos qué grave es la obligación de acoger al extranjero en nuestra casa, sino que nos señalan también que los invitados traen consigo dones preciosos, unos dones que están ansiosos de mostrar a quienes les acogen. Los tres extranjeros recibidos de manera suntuosa por Abrahán en Mambré se le revelan como el Señor y le anuncian que Sara dará a luz un hijo… Sin embargo, algunos de nosotros se han dejado impresionar hasta tal punto por los nuevos descubrimientos que han perdido de vista la enorme riqueza contenida y conservada en conceptos antiguos como el de hospitalidad. Ese concepto podría dar una nueva dimensión a nuestra comprensión de una relación benéfica y a la formación de una comunidad, nuevamente creativa, en un mundo que sufre de alienación y de extrañamiento (H. J. Nouwen)

1 comentario:

  1. Betania es la casa de los amigos. El descanso del Corazón de Jesús. Allí es recibido y Jesús se encuentra como en casa. Aparecen en esta aldea tres maneras de relacionarse con Jesús. María que es el amor contemplativo. Marta que es el amor que se hace servicio. Lázaro es el amor que se deja elegir.
    En este pasaje de Lucas, María acoge a Jesús y escucha a sus pies los secretos de su Corazón en su Palabra viva. María se bebe a sorbos la fuente de la vida de su Corazón. Su relación con Cristo esta cimentada en la serenidad que da la contemplación. Es un camino que se hace interioridad que se hace servicio desde un corazón enamorado.
    Marta es amor hecho manos que sirven. Es un amor entregado que tiene el peligro de un cierto estrés que es la madre de todas las crisis. Marta se pone nerviosa porque cree más en hacer que en ser. Si la entrega de nuestra vida no está cimentada en un amor contemplativo tiene el peligro de olor a quemado. Marta y María expresan las dos juntamente y no separadas que no existe autentica caridad sino se cimienta la dimensión contemplativa de la vida y una vida de oración que no se hace servicio de amor y caridad no tiene el sello de origen y autenticidad del ser cristiano.

    +Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres

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