TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

viernes, 14 de junio de 2019

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 9 DE JUNIO DEL 2019, SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

«CUANDO VENGA EL ESPÍRITU, OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD PLENA»

Jn 16, 12-15


     En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
     Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Otras lecturas: Proverbios 8, 22-31; Salmo 8; Romanos 5.1-5

LECTIO:
     Este domingo es tiempo de acción de gracias y de recuperar esperanzas, porque Dios se nos muestra cercano y con su rostro más resplandeciente. El Señor, que pensó con amor en nosotros y nos ha puesto en un paraíso, no está lejos; el Dios que nos ha dado todas las posibilidades de crecimiento, desarrollo y responsabilidad no está ausente, ni se ha desentendido de su obra maestra.
     El Padre Dios ha montado, por pura misericordia, una Historia de Salvación. La belleza de la Historia de la Salvación se percibe en el amor derrochado, le hemos costado muy caro a Dios, que ha permitido la muerte de su Hijo Jesús, que acampó en medio de nosotros, haciéndose uno de tantos y enseñándonos a amar de verdad.
     El texto de la Sagrada Escritura que puede resumir mejor el misterio de la Santísima Trinidad es bastante sencillo: “Dios es amor” (1Jn 4, 8.16). (+ José Manuel Lorca Planes - Obispo de Cartagena)

MEDITATIO:
     Celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, que nos recuerda el misterio del único Dios en tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Trinidad es comunión de Personas divinas, las cuales son una con la otra, una para la otra y una en la otra: esta comunión es la vida de Dios, el misterio de amor del Dios vivo. (Papa Francisco)
     Jesús nos habló de Dios como Padre; nos habló del Espíritu; y nos habló de sí mismo como Hijo de Dios. Y así nos reveló este misterio. Y cuando, resucitado, envió a los discípulos a evangelizar a todos los pueblos les dijo que los bautizaran «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Este mandato… lo dirige también a cada uno de nosotros que, en virtud del Bautismo, formamos parte de su comunidad. (Papa Francisco)
     La solemnidad litúrgica de hoy, al tiempo que nos hace contemplar el misterio del cual provenimos y hacia el cual vamos, nos renueva la misión de vivir la comunión con Dios y vivir la comunión entre nosotros según el modelo de la comunión divina. No estamos llamados a vivir los unos sin los otros, por encima o contra los demás, sino los unos con los otros, por los otros y en los otros. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Creo, Señor, pero ven en ayuda de mi poca fe.
Señor, enséñame a saber escuchar tus palabras,
enséñame a guardar tus palabras en mi corazón;
enséñame a sentir tu presencia viva


CONTEMPLATIO:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora»

     El Nuevo Testamento, siguiendo el rastro de toda la experiencia de fe desde los libros del Antiguo Testamento nos muestra el designio salvífico de Dios Padre, realizado mediante el Hijo en el Espíritu Santo, y la Iglesia, a partir de los acontecimientos de presencia y acción de Dios en nuestra historia, ha llegado a la formulación de su fe en un solo Dios en tres Personas, aunque sabe que las diversas imágenes de la Trinidad que podemos descubrir en la realidad creada y en particular en el hombre no pueden interpretarse como explicaciones exhaustivas que agoten el misterio. El misterio trinitario está en el centro de la fe cristiana.
     Muchos, para comprender mejor el misterio de la Santísima Trinidad acuden a lo que se suele llamar la teología económica, la acción de cada una de las Personas divinas en la Historia de la Salvación, la creación, redención y santificación. Hay que ir un poco más al fundamento y preguntarse, ¿qué es Dios en sí mismo? Lo que Dios ha hecho, nos invita a pensar en lo que Dios es. Dios es amor, no sólo porque sale de sí para crear, sino porque es amor en sí mismo. Contemplar la Historia de la Salvación es la mejor vía para que nuestros sentidos se acerquen a la grandeza de este misterio de amor. (+ José Manuel Lorca Planes - Obispo de Cartagena)


   El mismo Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al pueblo de Dios por los sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece (1 Cor 12,11), reparte entre los fieles gracias de todo género, incluso especiales, con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia, según aquellas palabras: En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común (1 Cor 12,7). Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo. (Concilio Vaticano II, Const. Lumen gentium, nn. 4 y 12)

1 comentario:

  1. El misterio de Dios escondido y revelado en plenitud es la Santísima Trinidad. Dios es familia es unidad, es comunión, es Trino en personas, con un solo Corazón, el de Cristo.
    El misterio trinitario sin lugar a dudas es el centro de la revelación del cristianismo. El esfuerzo de toda la Iglesia en su magisterio para enseñarlo y vivirlo, sin traicionar el depósito de la fe, ha sido colosal e inmenso en la fidelidad a la Revelación y en la catequesis de explicación a la hora de transmitir la fe. En todos los textos donde se afirma la Trinidad siempre se subrayan tres claves para ser fiel al misterio revelado.
    Primero la unicidad de Dios. Dios uno y trino. El Dios revelado a Abraham, Isaac y Jacob es Uno, y hay que amarle con todo el corazón y con todas nuestras fuerzas. El judío afirma que existe un solo Dios que no es como el de los pueblos circundantes que tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen...
    Segundo por la Encarnación del Verbo cuando dice el Padre hagamos redención nos encontramos con que el Padre tiene un Hijo que nacido de mujer es el Redentor y el Salvador, y que como el Padre es Dios de Dios, Luz de luz...
    Finalmente se nos ha revelado que Jesús desde el seno del Padre nos ha enviado el Espíritu Santo que como Señor y dador de vida tiene la misión de formar en nosotros los sentimientos del Corazón de Cristo. El Espíritu Santo es persona, don, regalo para convertir nuestra vida de una historia mal hecha en historia de salvación por su amor redentor.

    + Francisco Cerro Chaves -Obispo de Coria-Cáceres

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