“Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados; bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados, (...) bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos”. Es Miércoles de Ceniza en la parroquia de la Santa Cruz, cerca de Surigao. Y los más jóvenes rezan con la cruz en su frente. Componen una imagen elocuente de la Iglesia Católica en Filipinas.
Una Iglesia que porta la cruz de la pobreza en muchos lugares del país; y también la de la persecución, en varias zonas del sur, donde las guerrillas radicales islámicas atacan con virulencia a las comunidades cristianas. Filipinas, tierra de necesidades y de mártires. Filipinas, tierra de Cruz y de esperanza.
Prioridades del Papa para la Iglesia en Filipinas
Una catequesis apropiada, cuidado de las familias y la formación continua para los sacerdotes son tres de las prioridades que el Santo Padre, Benedicto XVI, ha marcado a los obispos filipinos en la visita ad limina que acaban de terminar.
“Ama al prójimo. Incluso a tus enemigos"
Esta es la nítida propuesta del Vicario Apostólico de Jólo, Monseñor Angelito Lampón a la realidad que viven las comunidades católicas en su Vicariato, hostigadas por el terrorismo islamista desde hace décadas. Abu Sayaf y otros grupos terroristas tienen a los seguidores de Jesucristo entre sus objetivos prioritarios.
En la mayoría de las ocasiones no hay un trasfondo religioso en los secuestros y extorsiones, sino simplemente se percibe una motivación económica y la obtención de notoriedad ante la opinión pública. Pero la presión existe, es real. Y la respuesta de la Iglesia también: el perdón, la presencia en por lo que conoce bien lo que significa para el futuro de la zona el diálogo con los musulmanes y con las comunidades indígenas.
En opinión del obispo sería un error la solución inmediata
"del uso de la fuerza para evitar que los extremistas siembren el temor". En este sentido, el prelado cree que es importante potenciar "el desarrollo económico" para que los más pobres no se vean tentados "a unirse a los grupos extremistas" y, por supuesto, el diálogo y la búsqueda de puntos de encuentro. "A menos que las actitudes y valores de nuestra gente se enfoquen al bien común, siempre habrá conflictos y violencia en esta parte del sur de Mindanao", señala Mons. Lampón.
Ante esta realidad, el Vicario Apostólico de Jólo, nos pide ayuda para desarrollar un programa de diálogo interreligioso,
Ayuda a la Iglesia Necesitada
Todo donativo recibido se destinará a estos o a proyectos similares,
Los católicos perseguidos necesitan tu ayuda
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