VACACIONES: CUIDARNOS PARA CUIDAR
Se nos
presenta ahora, en estos meses estivales, un tiempo libre con nuevas
oportunidades que no debemos dejar pasar, un tiempo para educar y expresar
mejor nuestra libertad. Vacación no debe significar relajación, porque todo
puede ser bueno para crecer en humanidad, y aún mejor si se trata de nuestra
identidad cristiana o de nuestro posible testimonio de fe.
Después de tanto confinamiento como
hemos vivido es importante descansar, dormir, comer, pasear, hacer ejercicio
físico, jugar, porque lo agradece el cuerpo y el alma, y lo quiere Dios.
Precisamente las vacaciones nos ofrecen más posibilidades aún
de cuidarnos y de cuidar de los demás, de fortalecer las relaciones de afecto y
amistad, la vida de familia y la relación más serena con Dios. El mejor
descanso va unido al encuentro entre personas que nos proporciona seguridad y
paz, y que activa el servicio. Y a la contemplación, unida muchas veces a la
lectura, al paseo, a la excursión, y, ¡cómo no!, al silencio y la oración,
dejando que el habitante de nuestro templo interior sea Dios, y no el
propio ego. Hay que escuchar a
Dios, porque nos jugamos la vida en la medida en que
permanecemos fieles a Él y a su Palabra. En suma, se nos presenta la ocasión de
ser más profundos, más íntegros y sinceros, manifestando nuestra esperanza,
contagiando el gozo que viene de Dios, siendo agradecidos con tantos gestos de
bondad como encontramos […] Continuar en audio...
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