TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

sábado, 22 de febrero de 2020

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 23 DE FEBRERO DEL 2020, 7º DEL TIEMPO ORDINARIO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Arzobispo electo de Toledo y Administrador Apostólico de Coria-Cáceres)

«SED PERFECTOS, COMO VUESTRO PADRE CELESTIAL ES PERFECTO»

Mt. 5. 38-48

         En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos. «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo.  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

Otras Lecturas: Levítico 19, 1-2.17-18; Salmo 102; 1Coríntios 3, 16-23

LECTIO:
     El evangelio de este domingo continúa el Sermón de la montaña, donde Jesús va interiorizando los preceptos de Dios. Donde se dijo “ama a tu prójimo y aborrece a tu enemigo”, Jesús nos enseña a poner la otra mejilla cuando te abofetean en una de ellas. Es decir, no sólo no respondas con el tono con que has sido ofendido, sino que “no hagáis frente al que os agravia”.
     Esta doctrina no la ha enseñado nunca nadie más en toda la historia de la humanidad, es una enseñanza original de Jesús, que concluye: “Amad a vuestro enemigos y rezad por los que os persiguen”. y la razón más profunda de ello es para parecerse a Dios Padre, que hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos
     Podemos decir que en este mandamiento del amor a los enemigos Jesús nos resume la quintaesencia del Evangelio, que consiste en tener a Dios como Padre y en tratar a todos como hermanos, hijos del mismo Padre. Y puesto que todos somos limitados y pecadores, en la convivencia de unos con otros es necesario el perdón continuo, pedido con humildad y ofrecido con generosidad.
     Así nos parecemos a nuestro Padre Dios, porque tratamos de imitar a Jesucristo, acogiendo el don del Espíritu Santo. Así podemos ser santos como nuestro Padre celestial es santo. (+ Demetrio Fernández - Obispo de Córdoba)

MEDITATIO:
    Jesús muestra el camino de la verdadera justicia mediante la ley del amor que supera la de la venganza, «ojo por ojo y diente por diente»… no pide a sus discípulos sufrir el mal, pide reaccionar con el bien. El mal es un “vacío”, un vacío de bien, y un vacío no se puede llenar con otro vacío, sino solo con un “lleno”, es decir con el bien. La represalia no lleva nunca a la resolución de conflictos. (Papa Francisco)
     Jesús nos quiere enseñar la distinción que tenemos que hacer entre la justicia y la venganza. La venganza nunca es justa. Se nos consiente pedir justicia; es nuestro deber practicar la justicia. Sin embargo se nos prohíbe vengarnos o fomentar de alguna manera la venganza, en cuanto expresión del odio y de la violencia. (Papa Francisco)
     Jesús propone el mandamiento del amor del prójimo, que implica también el amor por los enemigos: «Amad a vuestro enemigos y rogad por los que os persiguen». Y esto no es fácil. … Cuando hablamos de “enemigos” no tenemos que pensar en personas diferentes y alejadas de nosotros; hablamos también de nosotros mismos, que podemos entrar en conflicto con nuestro prójimo, con nuestros familiares. Enemigos son también aquellos que hablan mal de nosotros, que nos calumnian y nos tratan injustamente. A todos ellos estamos llamados a responder con el bien. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Señor Jesús gracias porque a pesar de mi miseria me sigues llamando a la santidad, quieres que sea perfecto como tú lo eres. Quiero recibir la dulzura de tu bondad y  entregarla a los demás.

Creo en ti, Señor, pero ayúdame a creer con firmeza;
espero en ti, pero ayúdame a esperar sin desconfianza,
te amo, Señor, pero ayúdame a demostrarte que te quiero…

CONTEMPLATIO:
“Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen”
Jesús propone cambiar la ley del talión, «ojo por ojo, diente por diente», esto es, puedes vengarte en la medida en que has sido ofendido… Hay que reconocer que este espíritu de venganza sigue estando vivo en el corazón de aquellas personas que utilizan expresiones como éstas: «el que la hace, la paga», «no te dejes pisar», «el que ríe el último ríe mejor», «la mejor defensa es un buen ataque»
Para Jesús y los que deseen seguirlo queda excluido no sólo la venganza efectiva sino también el deseo de la misma, hasta llegar a renunciar a todo tipo de justicia vengativa o a cualquier violencia activa, incluso como autodefensa: «No hagáis frente al que os agravia, al contrario,…» y muestra con varios ejemplos el verdadero espíritu de perdón, de reconciliación y de fraternidad
El mensaje de Jesús aparece aquí en toda su radicalidad y revoluciona todos nuestros criterios y valores humanos. Duro programa de examen es el que propugna. ¿Seremos capaces de aprobarlo?... Jesucristo no propone estas normas o enseñanzas a sus discípulos como una mera utopía. Es el ideal, que si fracasa, será por la dureza del corazón humano y/o por las estructuras violentas y egoístas con que hemos creado el mundo. Jesucristo excluye conscientemente toda clase de violencia o ensañamiento, pero no una resistencia pacífica, basada en el amor. (+ Ángel Pérez Pueyo - Obispo Barbastro-Monzón)


   Muchos, midiendo los preceptos de Dios con su debilidad y no con la gracia o fuerza de los santos, dicen que son imposibles las cosas preceptuadas, y que basta para la virtud no aborrecer a los enemigos, porque, el amarlos, es más de lo que puede soportar la naturaleza humana. Pero debe tenerse en cuenta que Jesucristo no manda cosas imposibles, sino perfectas. Como lo que hizo David con Saúl y Absalón, también lo que hizo el mártir San Esteban, quien rogó por los que le apedrearon y (Hch 7) San Pablo, que quiso ser anatematizado en lugar de sus perseguidores (Rom 9)Esto nos enseñó el Señor, y lo hizo también diciendo: «Padre, perdónalos» (Lev 23,24). (San Jerónimo)

1 comentario:

  1. El evangelio de Jesús tiene radicalidad porque Jesús va a por todas. Se puede amar a nuestros enemigos, si el Señor nos da la gracia de los sentimientos de su Corazón. Siempre me acuerdo de aquella frase lapidaria de Lacordiere. Si quieres ser feliz un instante, vengate; pero si quieres ser feliz siempre, perdona. Esa es la gran propuesta humana del evangelio, que es como Jesús humano y divino.
    Jesús desde su fidelidad sin fisuras al decálogo va mucho más allá en Aquel que nos ha amado hasta el extremo. En el fondo lo que nos enseña Jesús con su vida a vivir, no tiene comparación con nada. Es tan radical como original. Y a la vez es sencillo, porque vivido con Él, es volver a encontrar siempre el encanto de la vida con Dios para no vivir en el desencanto de la vida.
    Jesús nos da aquí una de las respuestas más claras a los retos que tenemos hoy de cristianos cansados y sin alicientes. Ser cristiano es para muchos una carga insoportable. No han descubierto el Corazón de lo que les parece una Ley sin vida ni entrañas. Cuando se vive desde el Amor de Dios, todo tiene el sabor de la vida verdadera, que no se vive solo de leyes, sino del amor personal de Jesús.
    En el fondo lo que Jesús nos ofrece no es más cantidad de leyes o preceptos, sino la calidad, el Corazón que entrega la vida por amor. Es siempre crecer por dentro, para servir por fuera. Es saber que el cristianismo es la religión de la caridad, del Corazón del Amor que no se queda en un formalismo, sino en un amor que se toma en serio la relación con Dios Padre y con la caridad con todos los hermanos más necesitados.


    + Francisco Cerro Chaves - Arzobispo electo de Toledo
    Administrador Apostólico de Coria-Cáceres.

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