TIEMPO LITÚRGICO

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sábado, 23 de diciembre de 2017

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 24 DE DICIEMBRE DE 2017, 4º DEL ADVIENTO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

«AQUÍ ESTÁ LA ESCLAVA DEL SEÑOR; HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA»


Lc. 1. 26-38

     En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
     El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las mujeres.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.      El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
     Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
     María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.

Otras Lecturas: 2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16; Salmo 88; Romanos 16, 25-27

LECTIO:
     Hay dos trazos en el lienzo de la Anunciación que nos pueden ayudar también a nosotros a comprender la obra de arte de nuestra propia vida cuando dejamos que la pinte y la inmortalice el talento de Dios.
     En primer lugar, se le dice a María: no temas. Tengo la impresión que hay muchos creyentes que tienen en secreto miedo a Dios, como si lo que Él nos fuese indicando fuera algo inevitable pero indeseado. No temer a Dios, porque cuanto de tantos modos Él nos propone es a nuestro favor, para nuestro bien, lo más correspondiente con nuestro corazón.
     Luego se le dice a la Virgen: mira a tu prima Isabel. El ángel está proponiendo a María… reconocer que la fidelidad de Dios se hace historia y se hace también geografía, en las personas y en los lugares en donde se nos ha narrado el amor de Dios.
     Deberíamos descubrir en nuestra vida a dónde mirar, a quiénes mirar, para que nuestros ojos no queden cegados por el sin sentido mezquino que nos imponen todos los excesos con que a veces nos hacemos daño.
     Mirar a Isabel significó en María, y significa en nosotros, descubrir que el Señor nos consuela y nos estimula haciéndonos ver de un modo plástico y realista, que cuanto nos propone no es una quimera irreal sino una historia verificable en personas significativas que el mismo Señor nos pone al lado como una dulce compañía en la aventura de vivir y de creer.
     Esa historia tiene su punto culminante en el envío de Jesús, el Hijo de Dios, nacido de mujer en la plenitud del tiempo. Pero ese punto es posible por el sí de una joven que se fio de Dios y creyó hasta el fondo que todo eso que es imposible para los humanos, no lo es para Dios. María dijo sí, y en ese sí Dios escribió el suyo eterno. El Señor nos conceda entrar en esos dos "síes": el de Dios y el de María. (Jesús Sanz Montes. Arzobispo de Oviedo)

MEDITATIO:
     Fijemos la mirada en esta sencilla joven de Nazaret, en el momento en que acoge con docilidad el mensaje divino con su «sí»; captemos dos aspectos esenciales de su actitud, que es para nosotros modelo de cómo prepararnos para la Navidad. (Papa Francisco)
     Ante todo su fe, su actitud de fe. Escucha la Palabra de Dios para abandonarse a esta Palabra con plena disponibilidad de mente y de corazón…
     Otro aspecto es la capacidad de la Madre de Cristo de reconocer el tiempo de Dios. María… hizo posible la encarnación del Verbo gracias precisamente a su «sí» humilde y valiente. María nos enseña a captar el momento favorable en el que Jesús pasa por nuestra vida y pide una respuesta disponible y generosa. Y Jesús pasa. (Papa Francisco)
     El misterio del nacimiento de Jesús en Belén, que tuvo lugar históricamente hace más de dos mil años,… en la celebración de la Navidad viene a llamar nuevamente al corazón de cada cristiano: Jesús pasa y llama. Cada uno de nosotros está llamado a responder, como María, con un «sí» personal y sincero, poniéndose plenamente a disposición de Dios y de su misericordia, de su amor. (Papa Francisco)
     Cuántas veces pasa Jesús por nuestra vida y cuántas veces nos envía un ángel, y cuántas veces no nos damos cuenta, porque estamos muy ocupados, inmersos en nuestros pensamientos, en nuestros asuntos y, concretamente, en estos días, en nuestros preparativos de la Navidad, y Él pasa y llama a la puerta de nuestro corazón, pidiendo acogida, pidiendo un «sí», como el de María. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Como a María, haznos a nosotros hombres y mujeres obedientes. Escúchanos también a nosotros, miembros de tu pueblo, estando en comunión contigo, a darte sin dudar los "síes" que nos pidas.

Yo te saludo, María,
porque te dejaste guiar por el Espíritu
y permaneciste a su sombra,
dejando a Dios ser Dios


CONTEMPLATIO:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»
     María “se turbó y se preguntaba…” Está atenta y a la escucha del paso de Dios por su vida. ¿Cuántas veces pasa Dios por nuestro lado y ni nos damos cuenta, ni lo escuchamos, ni sabemos que nos pide?
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
     María expresa también su duda… En nuestras dudas, en nuestras incertidumbres, en el hermano que necesita ayuda, también está Dios esperando nuestra respuesta. Dios se nos muestra en numerosos signos de nuestra vida cotidiana que son expresión sencilla de su amor. ¿Por qué nos cuesta tanto reconocerlos y responder?
«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
     Contempla la actitud de disponibilidad y confianza de María al plan de Dios. ¿Cómo es nuestra confianza, entrega y disponibilidad al plan de Dios? ¿Cómo es esta entrega confianza y disponibilidad con los que nos necesitan?
     María admite su pequeñez y confía sólo en la fuerza de Dios para realizar lo que le propone. ¿Reconocemos nuestra pequeñez? ¿Ponemos los medios necesarios para que se realicen los planes de Dios? ¿Confíanos plenamente en que Dios pone lo que no está de tu parte?




  La salutación del ángel es uno de los cánticos más hermosos que podemos dirigir a la gloria del Altísimo. Por eso repetimos esta salutación para agradecer a la Santísima Trinidad sus múltiples e inestimables beneficios. Alabamos a Dios Padre, porque tanto amó al mundo, que llegó a darle su único Hijo para salvarle. Bendecimos al Hijo, porque descendió del cielo a la tierra, porque se hizo hombre y porque nos ha redimido. Glorificamos al Espíritu Santo porque formó en el seno de la Virgen Santísima el cuerpo purísimo de Jesús, que fue la víctima de nuestros pecados. Con este espíritu de agradecimiento debemos rezar la salutación angélica, acompañándola de actos de fe, esperanza, caridad y acciones de gracias por el beneficio de nuestra salvación. (Luis Mª Grignion de Montfort)

1 comentario:

  1. Ella, la Virgen Madre “le esperó con inefable amor” materno. No quiso, el Señor del universo y de la historia, renunciar al gozo de ser acunado en la noche de Belén y en Nazaret, por una Madre que dijo “SÏ” sin condiciones a Aquel, que enviado de parte de un Dios Padre enamorado de la doncella de Nazaret, le pedía permiso para ser puerta de entrada del Redentor en el mundo.
    En este domingo, María se convierte en aquella mujer que tiene en su seno la esperanza deseada y que nos invita a esperarlo en la noche de la fe, en la alegría de que es siempre puntual a la cita, aunque se haga esperar y que nos pide tres actitudes del corazón.
    La alegría de saber, ésta es la primera señal de autenticidad, de que estamos en la voluntad de Dios, porque ni el enemigo, ni el mundo saben proporcionarnos alegría de verdad. Como mucho la disfrazan, pero no saben darla en plenitud. La alegría es “la prueba del algodón” de que Dios está presente en nuestras vidas.
    Hay una segunda llamada a no tener miedo; “No temas, María” porque has hallado gracia delante de Dios. El miedo no debe ser nunca la tierra que pisamos los cristianos. Es la confianza en un Dios enamorado, el que nos lleva a vivir en la esperanza cierta de que el Señor cumple sus promesas. El miedo, aunque es humano, acaba haciéndose inhumano y tremendamente triste. Sólo la confianza nos hace recobrar la alegría de verdad. Podemos sentir miedo, el mismo Jesús lo experimentó, pero hay que atravesarlo, no quedarse en él, pues “sabemos de quien nos hemos fiado”.
    Por último se nos invita a creer en el Dios de lo imposible. El único Dios que existe y puede existir, el Dios de lo imposible. En el que creyó María y la Iglesia que sabe que después de todas las noches viene galopando el Amor y que se alegra con que Dios ame tanto nuestra pobreza y que se enamore de Aquella que dijo “El Señor ha mirado la humillación de su esclava”.
    Esperemos al Redentor, como María, “con amor materno” y no dejemos nunca de abrir nuestro corazón al que viene en la noche para iluminar todas nuestras oscuridades con la Luz de un amor asombroso.
    Ya tocamos la Navidad, ya se divisa el portal de Belén

    +Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres

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