Lo importante está en el cielo
Lucas
12: 32-48 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tened
ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los
que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y
llame.
Dichosos los
criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se
ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la
noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si
supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un
boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos
penséis viene el Hijo del hombre».
Otras Lecturas:
Sabiduría 18:6-9; Salmo 32; Hebreos 11:1-2, 8-19
LECTIO:
La esencia de cuanto Jesús dice aquí se resume en dos simples ideas.
Aseguraos de que estáis atesorando vuestras riquezas en el lugar adecuado -el
cielo-, y estad preparados para la vuelta de Jesús. Lucas nos recuerda que Dios
nos proveerá de todo en toda circunstancia. En estos días inciertos podemos
confiar en que nuestro padre celestial nos asistirá. Por eso podemos compartir
con toda libertad nuestros bienes terrenos, sabiendo que Dios reconoce la
‘inversión’ que hacemos de nuestra confianza en él, y que satisfará nuestras
necesidades gracias a la ‘tesorería’ del cielo.
Muchos cristianos de tiempos de Lucas esperaban que Jesús volviera en
cualquier momento. Lucas nos recuerda
que debemos estar preparados por larga que sea la espera. Los horarios de
Dios no se nos van a revelar por adelantado, el momento del regreso de Jesús
será una sorpresa.
MEDITATIO:
■ Considera las palabras de Jesús del versículo 32. Como cristianos
podemos sentir que somos una minoría. Saca fuerzas del hecho de vivir en el
reino de Dios.
■ Haz una lista de todas las cosas que te son más importantes en
este momento de tu vida: tus ‘riquezas’. Considera en qué has ‘invertido’ esas
‘riquezas’.
■ ¿En qué manera te mantienes en estado de alerta respecto a la
vuelta de Jesús?
ORATIO:
Pídele a Dios que te hable por medio de la lectura del evangelio de este
domingo. Puede que tenga algo que decirte respecto a tus ‘riquezas’ o a cómo
estar más preparado para su vuelta.
CONTEMPLATIO:
Después de leer Hebreos 11, -“La fe es seguridad de lo que se espera, y
prueba de lo que no se ve.”-considera lo que sostenía a todos aquellos
creyentes y deja que Dios también te muestre cómo puede apoyarte a ti.
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