TIEMPO LITÚRGICO

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sábado, 27 de enero de 2018

LECTIO DIVINA PARA EL DOMINGO 28 DE ENERO DEL 2018, 4º DEL TIEMPO ORDINARIO (Comentario de +Francisco Cerro Chaves-Obispo de Coria-Cáceres)

«¿QUÉ ES ESTO? ESTE ENSEÑAR CON AUTORIDAD ES NUEVO…»


Mc. 1. 21b-28
     En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
     Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.» Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
     Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Otras Lecturas: Deuteronomio 18,15-20; Salmo 94; 1 Corintios 7,32-35

LECTIO:
     En el Evangelio vemos a Cristo que, fiel a su misión de llevar y de ser la Voz del Padre, llegado a Cafarnaúm comienza a enseñar en la Sinagoga. Algo habría en aquel porta-voz que enseguida los oyentes advierten la diferencia: “se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad”.
     No es difícil imaginar que el entusiasmo de la gente por esa Persona que escuchándola crecían, se convirtiese en seguimiento dejando tantas cosas, dejándolo todo, como oíamos el domingo pasado. Y desde aquí se puede entender que todo ello provocase preocupación, envidia y persecución en los letrados que aburrían y en los adivinos que engatusaban: unos y otros perdían clientela y Jesús –cada cual por sus razones – se convertía en enemigo a eliminar.
     Hasta los demonios quedaban desplazados con el paso de Jesús por en medio de su pueblo. El diá-bolus es el que separa desintegrando, el que esclaviza con sutileza, el que secuestra en la mentira. También él protestaba por la llegada de Alguien que con la auctoritas de Dios... unía, integraba, liberaba, hacía crecer.
     Dos breves anotaciones para terminar. La primera es que, en medio de nuestro supermercado de ofertas variopintas, es preciso saber encontrar la Palabra de Jesús y crecer en y con ella, adhiriéndonos a aquellos (santos, Papa, obispo, personas con carisma) que nos la dan con fidelidad. Y la segunda, que no debemos asustarnos si los escribas de ahora y los diablos de siempre, se enfadan con la Palabra de Jesucristo, con la de sus pastores y sus discípulos, y amenazan, acorralan, revuelcan y pretenden de mil modos censurarla. No es mala señal. El Reino está siempre comenzando. (Jesús Sanz Montes - Arzobispo de Oviedo)
           
MEDITATIO:
     La gente en la sinagoga permanece asombrada, porque Jesús les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. ¿Qué significa qué enseñaba con autoridad? Quiere decir que en las palabras humanas de Jesús se sentía toda la fuerza de la Palabra de Dios, se sentía la misma autoridad de Dios, inspirador de las Sagradas Escrituras. (Papa Francisco)
     Una de las características de la Palabra de Dios es que realiza lo que dice. En cambio, nosotros con frecuencia pronunciamos palabras vacías, sin raíz, o palabras superfluas, palabras que no corresponden a la verdad. En cambio la Palabra de Dios corresponde a la verdad, es unida a su voluntad y hace lo que dice. (Papa Francisco)
     "¡Cállate y sal de este hombre!". Sólo con la fuerza de su palabra, Jesús libera a la persona del maligno. Y una vez más los presentes permanecen asombrados... La Palabra de Dios provoca asombro en nosotros. Tiene esa fuerza. (Papa Francisco)
     El Evangelio cambia el corazón, El Evangelio, cambia la vida, transforma las inclinaciones al mal en propósitos de bien. ¡El Evangelio es capaz de cambiar a las personas! Por tanto, es deber de los cristianos difundir por doquier su fuerza redentora, llegando a ser misioneros y heraldos de la Palabra de Dios. (Papa Francisco)

ORATIO:
     Señor Jesús,  Fortalece mi fe para que pueda confiarme siempre a ti, porque no me dejas en manos del maligno, sino que has venido precisamente para liberarme y para mostrarme el amor de tu Padre

Mantén nuestro corazón firme en el proyecto de tu Palabra;
que tu Palabra sea siempre la alegría de nuestro corazón;
que nos inclinemos siempre a guardar tus mandamientos
y que busquemos en tus mandatos el camino de la salvación.

CONTEMPLATIO:
Todos quedaron asombrados y se preguntaban: -¿Qué es esto?
     Jesús vino a liberarnos de todas nuestras ataduras y darnos la libertad de los hijos de Dios: ¿tengo alguna dependencia hacia algo o alguien que me quita la libertad y me crea dependencia?, ¿qué aspecto y en qué dimensión de mi vida el Señor debe actuar para que abandone lo que te esclaviza?
     El Señor enseñaba con autoridad, porque sus palabras eran verdad y vida. ¿De qué manera, con qué actitudes y disposiciones busco profundizar más en mi fe, en el evangelio, en la vida de Jesús y  ser más consciente de lo que implica ser y llamarme cristiano?
                                                                                                                                                       
     «¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret?»[…] En lo más profundo de nuestro interior advertimos que Jesús, «el Santo de Dios», nos está pidiendo una conversión, un modo de entender la vida completamente nuevo[...] «¡Cállate y sal de ese hombre!» (Mc 1,25). Sólo una cosa es segura: sin la Palabra poderosa de Jesús, nunca podrá ser destrozado el dominio tiránico del «espíritu inmundo». Sentimos entonces toda nuestra impotencia e incapacidad para cambiar las cosas nosotros solos, para denunciar la soberanía del «espíritu inmundo». Jesús pronuncia la palabra poderosa. Señor, nosotros queremos, ayuda a nuestra falta de voluntad (H. Jaschke).

1 comentario:

  1. Jesús enseñaba con autoridad, expresa una manera de ser y de actuar que es única de Cristo, enseñar con la vida. Su coherencia le lleva a convencer más que a vencer por la fuerza. Su autoridad no es autoritarismo. Brota de que lo que dice y lo testimonia con su vida y, sobre todo, expresa con ella que la fuerza de la autoridad está en el servicio que hace al pobre endemoniado o cuando defiende a la mujer pecadora. Su autoridad no le lleva a aprovecharse de sí mismo, a sacar provecho y beneficio. Su autoridad es, sencillamente, su amor ofrecido como servicio.
    ¿Cómo se expresa esa autoridad de la que habla Marcos y que es tan llamativa, tan poco corriente y habitual en su tiempo? Brota, primero, de su Amor incondicional a los que sufren, a los cuales ofrece su Corazón abierto que le lleva a defenderlos siempre. Segundo, lo que dice lo vive, por eso no se resiste ni su enemigo el diablo ni sus enemigos los fariseos que siempre buscaban acorralarlo contra la pared. Los vence por la coherencia de su vida.
    Por último, su autoridad brota de dentro hacia fuera, de la sabiduría que ha ido formando en su interioridad el Espíritu Santo y el Padre y que sólo la utiliza con amor y al servicio a los empobrecidos.
    Jesús, como enseña con el testimonio de su vida, también nos enseña que la auténtica autoridad, que no tiene nada que ver con el autoritarismo, brota de la coherencia de su vida. Lo que se traduce en que no hay nada en su vida que se le pueda achacar, porque todo lo que predica o dice es lo que vive Jesús, y ese era su gran atractivo: enseñar con su vida. Es su vida la que enseña con la autoridad que le otorga vivir intensamente lo que dice, nada más y nada menos.
    +Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres

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