TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

jueves, 5 de mayo de 2011

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

El niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Cuando lo encontraron, le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (cf. Lc 2,41-52).



Orar con la Iglesia

Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle: Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.
-Salvador del mundo, que, con la eficacia de tu redención, preservaste a tu Madre de toda mancha de pecado, líbranos a nosotros de toda culpa.
-Redentor nuestro, que hiciste de la Virgen María tabernáculo purísimo de tu presencia y sagrario del Espíritu Santo, haz también de nosotros templos de tu Espíritu.
-Verbo eterno del Padre, que enseñaste a María a escoger la mejor parte, ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.
-Señor del cielo y de la tierra, que has colocado a tu derecha a María reina, haz que aspiremos siempre a los bienes del cielo.
Oración: Escucha, Padre, nuestra oración humilde y confiada, que te presentamos por medio de la santísima Virgen María, madre nuestra y mediadora de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

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