TIEMPO LITÚRGICO

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jueves, 5 de mayo de 2011

HERMANOS EN LA ADORACIÓN NOCTURNA


SAN JOSÉ MARÍA RUBIO PERALTA (1864-1929)

     Nació en Dalías (Almería) el 22 de julio de 1864 y entregó su vida a Dios en Aranjuez (Madrid) el 2 de Mayo de 1929.
     Presbítero de la Compañía de Jesús. Apóstol de la caridad. “El apóstol de Madrid" lo calificó el arzobispo Leopoldo Eijo y Garay. Tuvo relación con la ANE al dedicarse a la predicación de sus miembros. Concretamente cuando permaneció en la Residencia de Jesús del Gran Poder, en Sevilla en 1909: "En la Residencia estaba establecida la Adoración Nocturna y el Siervo de Dios que era muy devoto del Santísimo Sacramento bajaba de noche para confesar a los adoradores y atenderlos” También fue cofundador de ARPU (Adoración Real Perpetua y Universal  del Santísimo Sacramento), y fundador de Las Marías de los Sagrarios de Madrid.

"Hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace"

     “Su vida de fiel seguidor de Cristo nos enseña que es la actitud dócil y humilde a la acción de Dios lo que hace progresar al cristiano por los caminos de la perfección y lo convierte en un instrumento eficaz de salvación.
     Ejerció desde el confesionario y el pulpito una gran actividad apostólica. Su exquisito tacto de director de almas le hacía encontrar el consejo adecuado, la palabra justa, la penitencia, a veces exigente, que durante años de paciente y callada labor, fueron forjando apóstoles, hombres y mujeres de toda clase social, que vinieron a ser en muchos casos sus colaboradores en las obras asistenciales y de caridad inspiradas y dirigidas por él… Su trato asiduo con Cristo, particularmente en el sacramento de la Eucaristía, y su devoción al Sagrado Corazón, le fueron introduciendo en la intimidad del Señor y en sus mismos sentimientos (Juan Pablo II, en la homilía de la misa de su beatificación)

Fue declarado santo en la ceremonia presidida por el Papa en la Plaza de Colón de Madrid en el transcurso del quinto viaje de Juan Pablo II a España, en mayo de 2003.

Fiesta: 4 de mayo

ORACIÓN
     Padre de las misericordias, que hiciste al bienaventurado sacerdote José María Rubio ministro de la reconciliación y padre de los pobres, concédenos que, llenos del mismo espíritu, socorramos a los abandonados y manifestemos a todos tu caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglo de los siglos. Amén.

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