TIEMPO LITÚRGICO

TIEMPO LITÚRGICO

miércoles, 27 de abril de 2011

ORACION Y MEDITACIÓN


En la Visitación, Isabel se llenó de Espíritu Santo y, levantando la voz, dijo a María: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá» (Lc 1,41-45).






Oremos con confianza al eterno Padre, que, por medio del ángel, anunció la encarnación de su Hijo en el seno virginal de María.
-Para que todo hombre pueda experimentar en la Iglesia la fuerza del amor del Padre, que nos entregó a su Hijo.
-Para que el Señor otorgue a los que creemos en la divinidad de Jesucristo, la firmeza de la fe, la alegría de la esperanza y el fervor de la caridad.
-Para que acreciente en el pueblo los sentimientos de fraternidad y solidaridad de que nos dieron ejemplo el Hijo de Dios encarnado y su Madre.
-Para que, como la Virgen María, seamos fieles oyentes de la palabra de Dios, la acojamos en nuestro corazón y la hagamos fructificar en nuestra vida.
Oración: Escucha, Dios de bondad, nuestras oraciones y dígnate acceder a nuestras peticiones, pues las ponemos bajo la protección de la Madre de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.