«El Señor es mi
pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia
fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el
honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. Tu bondad y tu misericordia me
acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años
sin término» (Salmo 22).
Orar con la Iglesia
Jesucristo es el pan vivo bajado del cielo e
intercede por nosotros ante el Padre, a quien oramos llenos de amor y
confianza.
-Por la Iglesia: para que sus miembros demos
en todo momento y circunstancia testimonio de su fe y amor.
-Por los ministros de la Iglesia: para que
sean colmados de la sabiduría y de la gracia del Espíritu Santo en su servicio
a los hombres.
-Por los predicadores y los catequistas: para
que no desfallezcan ante las dificultades y permanezcan firmes en el anuncio
del Evangelio a toda criatura.
-Por los que ponen en práctica las obras de
misericordia: para que el Señor los conforte y dé eficacia a sus esfuerzos.
Oración
Concédenos, Padre
santo, descubrir y valorar cada día más el don de tu Hijo en la Eucaristía,
fuente de luz y amor para todo apostolado. Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
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